La playa de Camposoto empezó ayer a retomar la normalidad después de una jornada del lunes trágica, con el ahogamiento de dos personas en sus aguas, y el cierre al baño en seis de sus ocho accesos por precaución ante un posible vertido de aguas fecales. El Ayuntamiento de San Fernando descartó ayer que hubiera algún vertido tóxico en la zona y los informes realizados por la Junta de Andalucía apuntaban más bien a una aglomeración de algas como la culpable del fuerte olor que puso sobre aviso a las autoridades y que llevaron a colocar la bandera roja en Camposoto y también algunas horas en La Barrosa y Roche como medida preventiva.

El Consistorio isleño enviaba un comunicado ayer por la mañana en el que informaba que el primer análisis de agua en la playa descartó la presencia de un vertido de aguas fecales, al dar negativo en amoníaco (sustancia presentes en este tipo de restos) y apuntaba que la mancha avistada era, en realidad, una acumulación de algas, que no supone ningún riesgo. "El primer análisis efectuado por la depuradora ha descartado la presencia del amoníaco propio del tipo de residuos fecales en la muestra tomada ayer [por el lunes], hecho en el que también ha coincidido hoy [por ayer] la Junta a través de un informe de la Consejería de Salud", aseguraba en una nota.

Fuentes de la Junta de Andalucía señalaban en la misma dirección. Los técnicos recorrieron el lunes todos los puntos donde se podría haber producido un vertido sin encontrar nada. De esta manera se descartaba también la hipotética relación de esta mancha con las muertes de dos hombres, de 40 y 47 años de edad, mientras se bañaban en Camposoto, y que fallecieron ahogados.

El equipo de gobierno defendió que la prohibición provisional del baño fue una medida de precaución "adecuada y necesaria" para preservar la salud y la seguridad de los bañistas ante "una posible, aunque luego descartada, mancha de aguas fecales". El aviso de San Fernando provocó que también se cerraran al baño playas de Chiclana y de Conil, aunque en estas dos ciudades se levantó esa prohibición después de una hora.

La mancha en cuestión ya se ha diluido y "todo apunta a que se trataba de una gran masa de algas en descomposición suspendida en el mar", lo que descarta la hipótesis difundida ayer por las mismas fuentes de que se podía tratar de la fuga de un barco o de la rotura de tubería en la depuradora. La alcaldesa isleña, Patricia Cavada, insistía más tarde en la actuación de prevención llevada a cabo y en la causa, "una capa de algas que desprende un olor muy desagradable". El oleaje y las corrientes pueden levantar las algas de los fondos marinos, que se pudren y sueltan un olor (además del color marrón) que hace que se confundan con otro tipo de sustancias.

A pesar de que la marcha había desaparecido, Camposoto amaneció ayer con bandera roja, que ondeó durante parte de la jornada. Esta vez, y según matizó la regidora, por el fuerte oleaje, que también ha afectado en estos días a otras playas gaditanas como la de Cortadura, en Cádiz. Protección Civil aconsejó que debido a esta circunstancias se colocara la bandeja roja aunque por la tarde cambió a amarilla, con la que se permite el baño pero con precaución.

Cavada hizo un llamamiento ayer a los ciudadanos para que respeten las señales de advertencia que en cada momento imperen en las playas, y que se rigen por los criterios de los expertos, los responsables de la vigilancia y control del litoral. "Hago un ruego para que sean respetuosos, pido a los ciudadanos que hagan caso si está colocada la bandera roja que prohíbe el baño, que se rige por lo que determinan los expertos, que tienen más información que los usuarios. Si está es por algo, ya sea un vertido o fuerte oleaje", insistió la alcaldesa de San Fernando.