Al final, no hay acuerdo. Los propietarios de las viviendas del grupo de Pescadería (en la Bajamar) han rechazado, tras varios meses de negociaciones, la permuta que les ofrecía la empresa municipal Suvipuerto, por la cual adquirirían un piso recién construido en el bloque de la avenida Menesteo (junto a la Jefatura de la Policía Local).

Suvipuerto había reservado para cada uno de los 16 propietarios de Pescadería un piso en la nueva promoción de Menesteo (donde hay 54 VPO y otra quincena de pisos protegidos en régimen de alquiler), puesto que el Ayuntamiento pretende construir en el solar que quedaría libre el acceso al futuro puente sobre el río Guadalete. Se trataba de una permuta gratuita, de una vivienda de 50 años con tres dormitorios, por una igual, pero totalmente nueva.

El principal problema -que no único- radicaba en el elevado coste que les iba a suponer a los propietarios de Pescadería, muchos de ellos pensionistas, los trámites administrativos: escrituras, gastos notariales, gastos de mudanza, altas de luz, de agua, etcétera. Calculaban que, al final, la permuta les saldría por unos 20.000 euros, que la gran mayoría no aceptaba. Sobre todo, porque no tenían interés ni en cambiar ni en vender sus viviendas, en una zona céntrica, punto neurálgico del turismo portuense y con un valor del suelo diez veces superior al de la zona de Menesteo, según calcularon los vecinos en su momento.

Posteriormente, Suvipuerto aceptó hacerse cargo de estos sobrecostes con la intención de que convencer a los vecinos, según ha explicado el presidente de la comunidad de uno de los dos bloques de Pescadería, Aparicio Ruiz. Sin embargo, la permuta ha sido rechazada por otro problema que se vislumbraba desde el comienzo de las negociaciones: la existencia de ocho pisos que dan al exterior y otros tantos que dan al interior de la comunidad. Así, los propietarios no se han puesto de acuerdo en cómo hacer la distribución, puesto que actualmente todos tienen vistas a la calle en el grupo de Pescadería.

Y eso que, como apunta Ruiz, Suvipuerto también ofrecía hacerse cargo de montar la cocina en aquellas viviendas que daban al interior, como forma de compensar el agravio que supondría para los que le tocara este tipo de casa. Sólo un propietario aceptaba la oferta de Suvipuerto, pero ninguno tenía interés por dirimir el problema a través de un sorteo.

Estando así las cosas, los vecinos de Pescadería saben que el Ayuntamiento, "más tarde o más temprano" tendrá que hacer algo para solventar la situación, puesto que cada vez es más seguro que esta zona se convertirá en el acceso al puente que llegará hasta la rotonda del centro comercial Bahía Mar. Eso sí, como señala Aparicio Ruiz, temen que luego se les vaya a ofrecer la permuta de sus viviendas en otras futuras promociones de la ciudad, aún más alejadas del centro que Menesteo, sea en La Florida o en otra zona.