El IES Saladillo respira en estas semanas un clima controvertido que desvia la atención, por momentos, aunque sostiene un lema claro: el rechazo a la violencia escolar.

Los ánimos se han ido caldeando desde que el pasado 25 de marzo un profesor del centro sufrió una agresión por parte de un alumno que ha sido expulsado un mes, un adolescente que, tras cumplir la medida impuesta, ha retornada a las aulas.

El problema estriba en que el instituto rechaza trasladar al agresor a otro centro. Así que finalmente el docente, "para no buscarse la ruina", ha decidido pedir una baja.

Desde el centro se ha emitido un comunicado de repulsa, pero el afectado así como buena parte del alumnado consideran insuficiente la medida. La tensión que se respira fue especialmente palpable el pasado viernes, cuando se había convocado una concentración de repulsa por la agresión que, de manera improvisada, se convirtió en un acto en defensa del docente por parte de los alumnos, que tomaron el patio con pancartas con lemas donde se leía Si te pasa a ti nos pasa a todos, y otra bastante más directa: ¿Por qué se va el agredido, no el agresor?.

"Una agresión ya es humillante, pero lo que más me ha afectado ha sido la falta de apoyo de este centro. Sólo quería seguir dando mis clases sin tener que cruzarme con mi agresor, máxime cuando la propia administración nos da ese instrumento", ha señalado el profesor, de nombre Eneas, cuya reivindicación era que el agresor sea expulsado del centro y trasladado a otro instituto.

"Apoyar no sólo significa dar dos palmaditas en la espalda y hacer un comunicado en contra de la violencia", ha lamentado Eneas. Con ello, se refiere al comunicado que ha redactado el claustro de profesores. Un escrito en el que la polémica se zanja requiriendo "una normativa más severa frente a aquellos que causen perjuicios en los centros" y que tacha de "muy peligrosos" estos sucesos.

Desde la dirección del centro se ha rechazado la agresión sufrida por el profesor, si bien se ha aclarado que la marcha del docente se debe a que pidió hace meses un traslado y se le concedió. No obstante, el profesor ha matizado que su traslado era efectivo para el curso próximo. Ahora, se va de baja ante la vuelta a las aulas del agresor. Respecto al traslado del agresor, el jefe de Estudios, Manuel Camacho, ha justificado la negativa indicando que "sería iniciar una dinámica de intercambio de alumnos, de traslado de problemas y no conviene absolutamente a nadie". Y destacó que en El Saladillo, al menos, tienen la ventaja de que conocen al joven, de 14 años.