Los inmortales. Luis Pizarro

El último mohicano de lo que queda del 'clan de Alcalá'

  • Concejal en Cádiz (1979-1986), parlamentario andaluz (1986-?), secretario de Organización del PSOE-A (1994-2008), vicesecretario general del PSOE-A (2008-2010), senador (1986-2009) y consejero de Gobernación y Justicia de la Junta de Andalucía (2009-2011)

Cada vez que un dirigente nacional o regional habla de la posibilidad de limitar por ley los mandatos a los políticos electos, en la provincia de Cádiz nos entra la risa floja. Y es que esta tierra cuenta con un amplio ramillete de políticos -distribuidos sobre todo en el PSOE y en el PP- que rozan o incluso superan los 30 años ocupando un puesto en instituciones públicas de ámbitos muy diversos. Ante este hecho, unos pensarán que se trata de unos aprovechados que, al eternizarse en sus cargos,  han impedido que toda una generación de nuevos políticos pudiera aflorar en la provincia; otros, sin embargo, ven en ellos a referentes indiscutibles de sus partidos, con una experiencia acumulada que nunca se puede menospreciar. Durante esta campaña electoral repasaremos la trayectoria de algunos de los inmortales de la política gaditana. 

 

Y nada mejor que abrir esta serie con Luis Pizarro Medina, un referente indiscutible del PSOE gaditano y andaluz, que suma la friolera de 36 años seguidos ocupando un cargo público y que hoy, pese a que ha perdido ya mucho peso del que tuvo en su partido no hace muchos años, sigue siendo una de las banderas a seguir por buena parte de los socialistas de esta provincia, quizás porque es el último mohicano de lo que queda del histórico clan de Alcalá.

 

Nunca le ha gustado a Pizarro eso de los clanes, ni lo de las familias que han convivido en su partido. Por eso ha rechazado siempre lo del felipismo, el guerrismo, el chavismo, el griñanismo y por supuesto el pizarrismo, que llegó a mandar en el PSOE provincial no hace mucho tiempo. Siempre ha entendido que cualquier atisbo de división interna, la visualización de sensibilidades distintas en su partido, no hacía sino debilitar a las siglas que viene defendiendo desde hace ya cuatro décadas.

 

Sí, cuatro décadas, porque el primer cargo público que ocupó Luis Pizarro fue en el Ayuntamiento de Cádiz, donde fue concejal con responsabilidades de gobierno durante siete años, desde las primeras elecciones municipales democráticas de 1979 hasta 1986. Diferencias con el alcalde Carlos Díaz le llevaron ese año al Parlamento de Andalucía... y allí sigue 29 años después. El hecho de ser el parlamentario de más edad -y también el que más tiempo lleva en un escaño- le hizo presidir el pleno de constitución de la Cámara andaluza en la legislatura recién estrenada, lo que él mismo calificó como "un honor".

 

Pero además de un "honor" también supuso una sorpresa que Pizarro repitiera esta legislatura como parlamentario. Sólo el hecho de que en los últimos meses limara sus asperezas con Susana Díaz le permitió repetir en los puestos de salida, algo que poco antes era una quimera.

 

Y es que Pizarro nunca congenió con el dúo Griñán/Díaz (incluso dimitió como consejero en 2011), quizás porque entendía que defendían un modelo de partido en Andalucía que nada tenía que ver con el que él y su inseparable amigo Manuel Chaves levantaron durante dos décadas, una labor nada fácil que hasta les llevó a ambos a dirigir la gestora del PSOE federal en 2000, en la transición entre Almunia y Zapatero.

 

36 años después el hombre que mejor conoce las entrañas del socialismo andaluz sigue en activo. Ya no manda tanto, pero en el PSOE de Cádiz sigue siendo una institución. Eso es incuestionable.

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