Podría decirse que fue una noche histórica. De hecho, la última vez que un tranvía recorrió el centro de La Isla fue en 1957, hace casi 60 años. Tras una década con el proyecto entre manos, más de seis años de obras y casi una semana de preliminares técnicos y comprobaciones eléctricas, el tranvía metropolitano de la Bahía se adentró por primera vez en la calle Real en la madrugada de ayer. Fue la primera vez que pisó la arteria principal de La Isla para recorrer todo el trazado tranviario construido hasta la fecha: desde La Ardila hasta el Pinar de los Franceses en Chiclana, unos 18 kilómetros en total (entre ida y vuelta).

Las primeras pruebas dinámicas comenzaron a la una y media de la madrugada del sábado con varias maniobras en el salto del carnero de La Ardila. Posteriormente, la primera unidad móvil se adentró por la calle Real lentamente sin llegar a superar los cinco kilómetros por hora. Se trataba sobre todo de comprobar la adaptación física entre el vehículo, la vía, la plataforma tranviaria, el gálibo y el tendido de las catenarias. De ahí la reducida velocidad a la que se desplazó en su primer viaje por La Isla. También se comprobaron todas las paradas, la altura de los andenes y la adecuada correspondencia con las puertas del tren-tranvía.

Las pruebas -informó posteriormente la Agencia de Obra Pública de Andalucía- se desarrollaron satisfactoriamente. A las tres en punto de la madrugada el tranvía atravesó la plaza de la Iglesia, el centro de La Isla. Poco después abandonó la ciudad para adentrarse en el tramo interurbano y dirigirse hacia Chiclana. A la vuelta sí alcanzó la máquina una mayor velocidad, hasta 10 kilómetros por hora de regreso por la calle Real. La velocidad se irá incrementando de forma progresiva durante las pruebas que se irán llevando a cabo a lo largo de la próxima semana. Anoche, también de madrugada, se repitió la operación del día anterior, si bien mañana se prevé que estas pruebas se lleven a cabo ya en horario diurno.

Para la coordinación de estas primeras pruebas del tren-tranvía se contó con la colaboración de la Policía Local que fue cortando el tráfico rodado -escaso a esas horas- en las intersecciones de la calle Real para que la unidad circulara sin contratiempos.

No es que el tren-tranvía encontrara mucho público en su primer paseo a lo largo de la calle Real, pero tampoco pasó desapercibido entre La Isla más noctámbula que a esas horas seguía despierta . Hubo de todo, desde muestras de sorpresa hasta comentarios irónicos -no hay que olvidar que el proyecto está envuelto en una permanente polémica desde sus comienzos- e, incluso, espontáneos aplausos cuando la máquina se paraba en un andén y posteriormente volvía a arrancar. Pero, sobre todo, hubo fotos. Prácticamente todo aquel que se cruzó con el tranvía en su primer viaje por la ciudad aprovechó la ocasión para sacar el móvil y hacer algunas. Hasta a los taxistas de servicio se les vio grabar vídeos con el teléfono.

"Para el facebook, para el facebook...", apremiaba una mujer a su acompañante, que paró incluso el coche en el que viajaba en la rotonda de La Ardila para hacerse un selfie cuando vio que el tranvía se ponía en marcha. Hubo quien incluso bajó de casa en zapatillas para hacer algunas fotos. Y vecinos de la calle Real que asombrados se asomaron al balcón al ver pasar por primera vez esta peculiar máquina de la que llevan años escuchando hablar. Lo cierto es que el tranvía no dejó a nadie impasible .