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20 vivencias del 20

Cuando 2020 acabó en marzo

  • Manuel Infante, veterano comerciante de la capital, confía en un cambio de rumbo mientras lamenta que en su tienda, Modas Infante, "tengo casi 40 trajes de novio apartados esperando la fecha de la ceremonia"

Manuel Infante, en la entrada de su tienda en la calle Compañía de Cádiz.

Manuel Infante, en la entrada de su tienda en la calle Compañía de Cádiz. / Lourdes de Vicente

Manuel Infante lleva 50 años trabajando en el comercio gaditano, y desde 1986 con tienda propia de moda masculina en la calle Compañía, en una de las rutas turísticas más transitadas de la capital gaditana. Desde su experiencia, desde la privilegiada óptica de haber vivido distintas crisis, reconoce que no ha visto ninguna de la trascendencia causada por esta pandemia. Tanto que es rotundo y directo en su análisis: "El año 2020 acabó en marzo". Su esperanza se sitúa en que 2021 llegue con un cambio de rumbo bajo el brazo que, al menos dé salida de su almacén a una de las señas de identidad de su negocio: "Tengo casi 40 trajes de novio apartados esperando la fecha de la ceremonia".

El lamento de Manuel Infante es unánime entre los comerciantes gaditanos. Y posiblemente, sin poner fronteras, sea un lamento universal. El coronavirus y sus restricciones, sobre todo el confinamiento y el cierre económico de la primavera, han sido un torpedo en la línea de flotación de esta actividad económica, que apenas ha salido a flote después porque las posteriores medidas no han hecho sino acrecentar la vía de agua del primer y prolongado estallido.

Con la única ventaja de trabajar con productos no perecederos, salvo por los caprichosos hilos de la moda y sus imposiciones, Manuel Infante ha sobrellevado este año con una considerable pérdida económica y una caída de las ventas que sitúa en más del 50% respecto a años anteriores. Con un negocio basado fundamentalmente en los trajes de ceremonia, Infante, en el mundo de la moda desde los 14 años, asegura que tiene en almacén casi 40 trajes de novio que esperan pacientemente que se fije una fecha para la celebración. Los fabricantes de moda, además, han advertido ya que no habrá trajes nuevos para el próximo año, porque ellos también tienen la necesidad de dar salida al 'stock' que tienen en sus centros.

Por eso entiende que una de las claves del próximo año, desde el punto de vista de su negocio, estará en "la recuperación de los eventos" con la seguridad de que las ceremonias podrán celebrarse sin restricciones y con la brillantez de antaño, y, en el caso particular de Cádiz, con "el regreso de los cruceros", con un tipo de turistas que recorren las calles y que en no pocas ocasiones opta por "picotear" en el comercio local.

Porque Cádiz, como lamenta un Manuel Infante a punto ya de torcer la bien ganada esquina de la jubilación, se ha quedado "sin nada" desde el punto de vista comercial, incluso con la marcha de franquicias que, al menos, atraen al público y llena las calles de cierta vida. Porque en estos de los negocios, como afirma sin dudas Manuel Infante, la exclusividad no siempre es sinónimo de más ventas: "Es mejor estar acompañado que solo".

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