Otro testigo relata la brutalidad de la agresión de Los Cachimbas

El juzgado de instrucción número 2 de Arcos de la Frontera acogió el pasado martes la declaración de otro de los agentes de la Policía Local de Puerto Serrano que sufrió la agresión por parte del clan de Los Cachimbas aquella noche de enero en que uno de sus compañeros, Juan Cadenas, resultó gravemente herido.

Al igual que en las comparecencias anteriores ante la autoridad judicial, este agente refrendó la versión dada por sus compañeros y relató que tras ser requerido por sus compañeros, y volver a la Jefatura de la Policía Local, se encontró a Pedro Cachimba sujetando a uno de sus compañeros y portando un cristal de grandes proporciones. Según contó este agente, pudo quitárselo de encima empujándolo pero posteriormente Pedro intentó pincharle con el cristal, llegando a cortarle su chaleco.

También dijo que Juan Cadenas intentaba sobre todo calmar a Pedro, que estaba tan violento que incluso se autolesionaba cortándose con el cristal.

Durante su declaración ante el juez, el agente también relató que durante la agresión José y su hijo gritaban como posesos alentando a Jorge y a Pedro para que mataran a los agentes de la Policía Local, y que el patriarca del clan, lejos de intentar calmar a sus hijos, decía que le era indiferente lo que ocurriera.

Una de las claves del suceso en Puerto Serrano es que el spray de gas pimienta que portaban los agentes no era líquido, y por tanto no pudo ser dirigido al rostro de los agresores, sino que se expandió por todo el lugar, cegando más a los agentes que a los asaltantes.

El agente que declaró este martes indicó igualmente que vio con claridad como entre José y Pedro cogieron por los brazos a Juan Cadenas y como Pedro le clavó el cristal que utilizaba como puñal al menos en cuatro ocasiones.

Después de que el agente herido en su ojo izquierdo, que de hecho acabó perdiendo, saliera huyendo hacia un centro hospitalario, el policía que relató los hechos indicó que Jorge y Pedro se montaron en el coche del primero y que José y su hijo se fueron andando.

A partir de ahí los hechos se sucedieron, ya que tras avisar a la Guardia Civil y a sus superiores comenzó la huida hacia la casa del patriarca del clan, donde finalmente agentes de los grupos de operaciones especiales de la Guardia Civil consiguieron detenerlos.

Tanto Juan Cadenas como el resto de agentes han solicitado que sobre estas personas, que causaron tanto daño, caiga todo el peso de la justicia. Juan llegó a comentar a este medio tras declarar en Arcos que "no son personas como nosotros, cuando salgan de la cárcel harán lo mismo que han hecho conmigo a otro", a la vez que se preguntó por qué no les pegó un tiro con su pistola cuando se vio acorralado.