Como ocurrió con la llegada del Donald Cook, los periodistas que quisieron tuvieron ayer la oportunidad de conocer algunas dependencias del USS Ross, una vez terminó el acto de bienvenida. Este buque, según la información facilitada, es un destructor lanzamisiles de la clase Arleigh-Burke y tiene capacidad para desempeñar múltiples misiones. Está diseñado para destruir un avión, misiles, submarinos y barcos de superficie enemigos para prevenir ataques contra las Fuerzas Aliadas.

El USS Ross está equipado con los sistemas de armamento naval más avanzados del mundo. Además, posee el sistema de vigilancia bajo el mar más avanzado que existe hoy día, apunta la documentación facilitada. Su equipamiento de guerra antisubmarina puede localizar barcos o submarinos a más de 100 millas de distancia y su sistema de lanzamiento vertical puede lanzar misiles de largo alcance de superficie a superficie y también de superficie a aire. Además, está propulsado por poderosas turbinas de gas de respuesta rápida y llega a alcanzar los 30 nudos. "Es un barco de guerra formidable y representa la tecnología, la destreza y el espíritu de la gente norteamericana", manifiestan.

Estos navíos son la contribución de EEUU a la arquitectura de defensa antimisiles de la OTAN, que la Alianza acordó desarrollar durante la Cumbre de Lisboa en noviembre de 2010 para proteger a las poblaciones europeas de la OTAN contra las crecientes amenazas que plantea la proliferación de misiles balísticos, y a la que España contribuye con el estacionamiento de los cuatro destructores en Rota.

El Roos toma su nombre en honor del capitán Donald Kirby Ross, al que se le concedió la medalla de honor por su heroísmo durante los ataques de Pearl Harbor.

Más allá de la defensa antimisiles, estos buques tienen capacidad de desempeñar múltiples misiones y realizarán un sinfín de tareas, incluidas la participación en despliegue de la OTAN, como grupos marítimos permanentes, ejercicios de adiestramientos multilaterales y operaciones de seguridad marítima.