La sección sindical del sindicato de Enfermería (Satse) del Hospital Puerto Real alertó ayer en un comunicado de que, durante el verano, se cerrarán camas en el centro hospitalario. Además, criticó la "falta de información" por parte de la dirección del hospital.

En el comunicado, el sindicato explicó que la dirección "asegura que no cerrará ninguna cama, ya que consideran que las camas se mantendrán reservadas, e insisten en que no se cierran ni quirófanos ni consultas". Esto, sin embargo, "no se corresponde con la organización prevista en las unidades, y de la que tenemos conocimiento a través de los profesionales".

Satse detalló que, "en condiciones normales, cada control está atendido por cuatro enfermeros en turno de mañana, que asisten a un máximo de nueve pacientes. En el día de hoy en unidades como Traumatología y Otorrino-Urología, están trabajando sólo dos enfermeros, por lo que para mantener la ratio enfermero-paciente deben estar ingresados un máximo de 18 pacientes". El problema se produce, según la sección sindical de Enfermería, "cuando la presión en urgencias se hace insostenible por aumento de la afluencia de pacientes que están pendientes de ingreso, por lo que es necesario reabrir las camas reservadas". Esto, a su juicio, "es un problema ya que no hay previsto personal para atender a los pacientes que ocupan esas camas reservadas porque no prevén que esos pacientes son personas enfermas que además de camas necesitan de unos cuidados".

Satse criticó además que el hospital está llevando a cabo una "gestión de mínimos, que algo tan importante como la salud de los ciudadanos no se puede permitir". Así, indicó que "esto supone un deterioro importante de la calidad de los cuidados e incluso un mayor riesgo y menor seguridad en la atención prestada. Desde Satse no vamos a permitir que se haga responsable a los profesionales de las situaciones que se puedan presentar por esta mala gestión".

Pero no son las únicas quejas. El sindicato de Enfermería añadió que "el hospital, en contra a lo que nos informó la dirección, sólo tiene abiertos la mitad de los quirófanos". Y recalcó que la plantilla del hospital "está de por sí reducida al mínimo, ya que las cargas de trabajo han aumentado desde que los pacientes crónicos, que antes eran atendidos por el concierto con las clínicas Pascual, ahora son derivados al centro hospitalario y las demandas de cuidados que precisan estos pacientes son mucho mayores".

Por último, recordó que "durante el verano de 2015, con una media de 50 camas cerradas, ya se produjeron colapsos en el servicio de urgencias generales, por lo que este verano nos tememos que la situación puede ser peor".