Los siete pueblos ‘magníficos’ de Cádiz que cerraron el ejercicio con la deuda viva a cero

El informe de Hacienda recoge que Algar, Benaocaz, El Gastor, Castellar de la Frontera, San José del Valle, Torre Alháquime y Villaluenga del Rosario no debían nada a los bancos a fecha de 30 de diciembre de 2024

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Un paisaje de la Sierra de Cádiz.
Un paisaje de la Sierra de Cádiz. / D.C.

Son los siete ‘magníficos’, los siete ayuntamientos de los 44 municipios de la provincia de Cádiz que, a fecha del 30 de diciembre de 2024, su deuda viva está a cero euros. Es decir, los siete pueblos de la provincia que al cerrar ese ejercicio no le debían ni un céntimo a ninguna entidad financiera. Son Algar, Benaocaz, El Gastor, Castellar, San José del Valle, Torre Alháquime y Villaluenga del Rosario.

Con el informe que cada año emite el Ministerio de Hacienda, estos cinco pueblos de la Sierra de Cádiz, más uno de la comarca de la Janda y otro del Campo de Gibraltar, pueden presumir de tener buena salud financiera y, por ende, en 2024 sus Ayuntamientos hicieron un buen equilibrio a la hora de plantear su gestión sin tener que endeudarse para afrontar inversiones.

El alcalde de Villaluenga del Rosario, el socialista Alfonso Moscoso, lleva 26 años como regidor de la localidad con menor número de habitantes de la provincia (467) y maneja un presupuesto anual de un millón de euros. El Consistorio que dirige ha conseguido en los últimos cuatro años cerrar cada ejercicio con una deuda viva a cero. “Esto nos permite no tener planes de ajustes ni limitaciones financieras a la hora de gestionar nuestro Ayuntamiento. Es decir, no estar encorsetado para planificar proyectos, inversiones o servicios”, reflexiona Moscoso.

Y añade: “Llegué a la Alcaldía y había pocas deudas, pero mi objetivo cuando me marche es dejarlas a cero. En estos años, el Ayuntamiento de Villaluenga ha realizado inversiones más que extraordinarias sin vaciar las arcas municipales”. Para este regidor y senador del PSOE por Cádiz tener la deuda viva a cero es un buen síntoma de gestión “que te respalda como alcalde. El vecino, a lo mejor, no es consciente de ese saneamiento y sólo se preocupa cuando ve que hay parálisis. No es nuestro caso. Después de 26 años de gestión, hemos tenido inversiones extraordinarias con la construcción de un hotel, pavimentación de todas las calles, remodelación de la plaza de toros, museos, ludoteca, guardería y ahora, tenemos la construcción de una residencia de ancianos”, enfatiza Moscoso.

En términos similares se expresa el alcalde de Algar, José Carlos Sánchez, del PP, que lleva seis años en el sillón de regidor. Para él, no deber a los bancos es “un logro que representa un hito de enorme relevancia para nuestro Ayuntamiento, resultado de una gestión económica responsable, rigurosa y comprometida con el interés general de nuestros vecinos y vecinas. Estar libres de cargas financieras no solo es motivo de orgullo institucional, sino también una clara ventaja para el desarrollo presente y futuro de Algar, ya que permite destinar con mayor libertad y eficacia los recursos públicos a inversiones, servicios y mejoras que repercutan directamente en la calidad de vida de nuestra ciudadanía”. Así las cosas, el regidor algareño agradece “el esfuerzo de todas las personas que han contribuido a alcanzar esta situación: el equipo de gobierno, el personal municipal y, especialmente, a mis vecinos que demuestran su compromiso”.

Tabla a 30 de dieciembre de 2024.
Tabla a 30 de dieciembre de 2024.

Otro municipio de la Sierra que lleva años haciendo los deberes como si de una buena economía doméstica se tratara, donde se ajusta hasta el último euro para equilibrar lo que se ingresa con lo que se gasta para que no haya sustos a final de mes es El Gastor. Su alcaldesa y diputada, Isabel Moreno, lleva 14 años al frente de este pueblo y valora el balón de oxígeno que supone para las arcas estar a cero en deuda viva.

“Desde que entré fue mi objetivo. Llegué sin remanente y ahora puedo decir que tenemos un Ayuntamiento saneado”, explica Moreno. Y ese equilibrio en el cajón, le ha supuesto afrontar de otra manera momentos de crisis como, por ejemplo, en la época del Covid cuando vio que los pequeños comercios y bares que había en su pueblo se veían obligados a cerrar. “Dimos ayudas con 50.000 euros a comercios y bares que echaron el cierre y becas a estudiantes, además de hacer cosas que tienen impacto en la ciudadanía y en la economía local”, asiente.

Interrogada sobre la clave para llegar a no tener deudas bancarias, Moreno defiende que, con un presupuesto de dos millones de euros, “tratamos de equilibrar, optimizar recursos y hacer los servicios más sostenibles, que nos permiten políticas sociales e invertir en el bienestar de los vecinos”, concluye.

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