Sanidad

La "bomba de relojería" de los hospitales de Cádiz: 200 camas cerradas, séptima ola covid y profesionales exhaustos

Sanitarios atendiendo a un paciente covid en el Puerta del Mar.

Sanitarios atendiendo a un paciente covid en el Puerta del Mar.

El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha denunciado que la falta de previsión e incapacidad de las administraciones sanitarias van a convertir los hospitales en una auténtica “bomba de relojería” este verano, al tener previsto cerrar casi 200 camas en los hospitales de la provincia de Cádiz cuando la repercusión de la séptima ola del Covid-19 es cada vez mayor en los centros y sus profesionales están totalmente saturados, exhaustos y sobrecargados.

Tras realizar un detallado análisis de la actual situación en las distintas comunidades autónomas, SATSE ha constatado que desde el pasado mes de junio se han vuelto a establecer cierres programados y progresivos de camas, consultas externas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas en los centros hospitalarios del conjunto del Estado que se mantendrán los meses de julio, agosto y septiembre.

SATSE subraya que el cierre de camas y la suspensión numerosas consultas externas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas es algo especialmente grave, en estos momentos, cuando la séptima ola del Covid-19 está generando un progresivo incremento de la presión asistencial, tanto en urgencias, plantas y UCIs, y las listas de espera en todos los servicios de salud se han “disparado” a consecuencia de la pandemia.

Al respecto, el Sindicato de Enfermería estima que el cierre de las 200 camas en la provincia, supondrá la pérdida de más de 18.000 estancias hospitalarias, mientras que sigue aumentando el número de personas esperando ser operadas en la sanidad pública, y se continúa con la política de derivar dinero desde la Sanidad pública a la gestión privada para paliar esas listas de espera.

Cerrar camas conlleva que en los hospitales no se puede garantizar una atención y cuidados óptimos al conjunto de la ciudadanía que, lógicamente, también enferma y tiene problemas de salud en verano que no pueden esperar a después de septiembre”, añade el Sindicato de Enfermería. “Es incomprensible el cierre de camas en pleno verano cuando somos la provincia que más va a incrementar su población por la afluencia de turistas. Y además, se produce en un contexto en el que no se destinan todos los recursos posibles a la Sanidad pública, pero si hay dinero suficiente para aumentar los conciertos con empresas privadas. Nuestros políticos y las administraciones siguen haciendo un mal uso del dinero de todos” apostillan desde SATSE.

Por su parte, las enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas tienen que hacer frente a esta lamentable situación totalmente agotados y exhaustos, tanto física como psicológicamente, al soportar una sobrecarga y tensión asistencial enorme y no haberse recuperado totalmente de la pandemia. “Se carga, un año más, en las espaldas de los profesionales la responsabilidad de atender a los ciudadanos en unas condiciones muy precarias provocadas por los gestores“, apuntan.

Por último, la organización sindical recalca que otra consecuencia negativa de los cierres estivales es que conllevan, en muchas ocasiones, el aumento de pacientes desplazados dentro del mismo hospital a otras unidades que no se corresponden con su patología, con el consiguiente riesgo añadido para su salud y seguridad.

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