Una anécdota. Eso es lo que opina el belenista portuense Vicente Rodríguez, responsable de la firma Sucesores de Ángel Martínez y miembro de la asociación local de belenistas, las palabras del Papa Benedicto XVI sobre la ausencia de animales en el portal de Belén, una de las afirmaciones que más polémica ha suscitado de las que se contienen en el nuevo libro del Papa, La infancia de Jesús.

Vicente Rodríguez admite que hay muchos detalles sobre la infancia de Jesús que no se reflejan en los evangelios, aunque sí en los apócrifos, y defiende que la tradición del belén se basa precisamente en eso, en costumbres que se remontan al año 1223 con los primeros nacimientos de San Francisco de Asís, en Italia. "Si nos ponemos así, hay muchas cosas que no vienen en los evangelios pero sí han perdurado por una tradición, como la presencia de los tres Reyes Magos. Los Reyes tampoco eran tres ni eran reyes, sino sabios, y se fijó en tres su número para plasmar de forma simbólica los tres continentes entonces conocidos", dijo. En cuanto a la Anunciación, representada muchas veces por tres pastores de distintas edades, también defiende el veterano belenista que hay una tradición cuya simbología es representar al mayor número posible de etapas de la vida, lo mismo que ha perdurado la presencia de una mujer mayor (la partera) junto al portal.

Vicente explica que "los que trabajamos en el nacimiento y el belén nos tenemos que documentar en otras fuentes al margen de la Biblia y también en el camino que marcaron los artesanos de hace un siglo, porque Jesús en la Biblia desaparece prácticamente desde su nacimiento hasta que tiene 12 años". Incluso señala Vicente que la figura de San José al principio ni siquiera aparecía en las imágenes del Misterio representadas en pinturas e iconografía.

Por todo ello, este artesano belenista no se muestra preocupado por el futuro de su stock de mulas y bueyes, dos figuras hasta hoy imprescindibles en todo belén que se precie.

Por su parte, el presidente de la Federación Española de Belenistas, Iñigo Bastida, ha dejado también clara su postura en las redes sociales afirmando que "con todo el respeto y cariño hacia el Papa Benedicto, los belenistas seguiremos haciendo los belenes con bueyes, mulas y pastorcillos. Los casi 800 años de historia del belenismo iniciados por San Francisco de Asís en 1223 y la costumbre de instalar las escenas del Misterio no van a cambiar por semejante tontería".