Provincia de Cádiz

La permanente precariedad

  • En la provincia de Cádiz se acumulan promesas que no se cumplen para ampliar la red de hospitales y centros de salud

Manifestación en favor de la sanidad pública celebrada la pasada semana en Jerez.

Manifestación en favor de la sanidad pública celebrada la pasada semana en Jerez. / pascual

Hace ya cerca de quince años el PSOE puso sobre la mesa la construcción de un nuevo complejo sanitaria en Cádiz capital. Un Hospital Regional de primer orden que pudiese competir con los centros sanitarios de Sevilla o Córdoba, mejorando la asistencia médica en el conjunto de la provincia y evitando la obligación de trasladarse a otras provincias para recibir determinada atención en sus hospital, inexistente en Cádiz.

El nuevo equipamiento, y todo lo que ello iba a acompañar, quedó rápidamente congelado, aunque desde la Consejería de Salud nunca se han atrevido a reconocer la realidad: que el Hospital Regional no se va a construir, manteniendo el vetusto edificio del Puerta del Mar, necesitado de importantes reformas y con escaso suelo útil para poder crecer en servicios y que, por si fuera poco, está inmerso en numerosas quejas de los usuarios y de los propios trabajadores en cuanto al funcionamiento de determinados servicios.

Faltan camas, faltan profesionales y faltan medios técnicos en todos los centros

La Junta ha intentado tapar este déficit asistencial con la compra al Ministerio de Defensa del Hospital de San Carlos, en San Fernando. Pero más allá de la cercanía de un centro médico a una población de cien mil personas, la actual de la Isla, poco se ha ayudado a la hora de reforzar servicios con déficit anteriores. Incluso la apertura en este centro de un área de Urgencias no ha ayudado a rebajar la sobrecarga de trabajo habitual en el las Urgencias del Puerta del Mar, que siempre en determinadas épocas del año acaban colapsadas. Además, las patologías más graves siguen derivándose a la capital.

Otro complejo médico que no acaba de ponerse en marcha es el Hospital de Alta Resolución de la Janda, levantado en Vejer para dar atención a 70.000 habitantes de los municipios de Conil, Barbate, Vejer, Paterna, Benalup-Casas Viejas y Zahara de los Atunes. Las quejas de los ayuntamientos afectados, con encierros incluidos, no han servido para su puesta en marcha, a lo que se une aquellos centros de salud igualmente en listas de espera para su apertura, y entre los que sobresale el centro de salud de Los Gallos, en Chiclana, construido desde hace años, o el de Puerta Tierra de Cádiz, que no está ni construido. A ello hay que unir algo habitual en toda la sanidad pública andaluza: el cierre de servicios y de camas en determinadas fechas del año, como Navidad o verano, sin tener en cuenta que en muchas localidades afectadas se incrementa la llegada de visitantes y, por ello, de potenciales usuarios de los centros médicos.

Los propios trabajadores, a través de los sindicatos, han denunciado en numerosas ocasiones la escasa o nula cobertura cuando se produce cualquier incidencia de los profesionales, lo que se une a una plantilla bajo mínimos que está realizando su labor asistencial en una situación precaria con sobrecarga de trabajo. Otro problema con el que cuentan los centros sanitarios en la zona de la Bahía de Cádiz es la escasez de material, que en muchas ocasiones se encuentra "al límite". Uno de los asuntos más graves en el terreno sanitario en Cádiz surgió el pasado verano, cuando se hizo público un informe realizado por profesionales del servicio de Anestesia del Hospital Puerta del Mar, en el que se reflejaban supuestas irregularidades en la Unidad de Cirugía General y Aparato Digestivo del centro desde la llegada de su actual director, destacando el hallazgo de una frecuencia de complicaciones postoperatorias muy superior a la aceptable para la actividad quirúrgica que se desarrolla en un hospital como el de Cádiz, además de supuesta falsedad documental, ya que el estudio deja al descubierto que los números oficiales no reflejan la realidad que se han encontrado.

La existencia de centros médicos de titularidad privada, los gestionados por la empresa Pascual, y repartidos por toda la provincia, salvan en muchas ocasiones los déficit público, mediante un concierto con el SAS que ha estado en el aire durante meses.

JEREZ

En Jerez, la Marea Blanca sí se activó con antelación tras un verano caótico para los profesionales y por ende para los pacientes que requirieron asistencia en esos meses. Al habitual cierre de camas, se unieron las escasas sustituciones del personal que disfrutaba de sus vacaciones y la ausencia de cobertura de otras incidencias, que mermaron las plantillas del hospital y de los centros de salud, ya de por sí ajustadas, hasta límites de una sobrecarga asistencial que sacó a los profesionales a la calle. La protesta ciudadana obligó a la Junta a activar las obras del edificio de Radioterapia, aunque a día de hoy sigue sin funcionar. Está por ver si la última fecha que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha ofrecido para su apertura, el primer trimestre de este año, se cumple y la Junta salda así, aunque con diez años de demora, esta deuda con las insfraestructuras sanitarias de Jerez.

La modernización del hospital jerezano, un centro que cubre la asistencia de una población superior a los 400.000 habitantes, nunca se ha llegado a completar y eso que la mencionada modernización fue el argumento esgrimido por el SAS para acallar las voces que hace varios años defendían la idoneidad de un nuevo centro hospitalario para la ciudad. Las mejoras en el hospital se han hecho con escasa planificación, buscando terreno donde apenas lo había para levantar nuevos edificios, en medio de una significativa pérdida de camas y también de facultativos.

CAMPO DE GIBRALTAR

En el Campo de Gibraltar se sigue a la espera de la apertura del nuevo hospital de La Línea, que atenderá también a los vecinos de San Roque, Jimena y Castellar. El edificio ya está recepcionado, pero quedan aún diversos trabajos de equipamiento y de servicios públicos. Se supone que la obra en la red de saneamiento estará este mes, otra cuestión es el equipamiento, cuyo concurso está afectado por un litigio entre una empresa proveedora y la Junta. Mientras tanto los usuarios del actual hospital, que ya estaba obsoleto hace un cuarto de siglo, son tratados en un edificio que en los últimos meses ha sufrido la avería de todos sus ascensores o la aparición de roedores en los quirófanos y los paritorios.

Por si fuera poco, la falta de personal especialista es otro de los grandes problemas. Desde hace meses hay una alarmante disminución de pediatras está provocando que no haya especialistas en Urgencias. En la plantilla del hospital linense debería haber siete pediatras, pero llegó haber sólo dos operativos. Por este motivo las patologías quirúrgicas sí se realizan en este centro, pero los menores con patologías no quirúrgicas que requieren ingreso son derivados al hospital Punta Europa de Algeciras.

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