La patronal pone pegas al plan del PP sobre los BAM

A la patronal no termina de convencerle la iniciativa del PP de Cádiz para agilizar la firma de los nuevos Buques de Acción Marítima (BAM) que se construirían en los astilleros de la Bahía. Los reparos de la Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC) no se centran en el apoyo expreso a Navantia, porque entiende que ello dará también carga de trabajo a tantas empresas auxiliares que dependen de los astilleros. Sus pegas se centran en la idea planteada por el PP -y secundada por unanimidad por todos los grupos políticos con representación en los ayuntamientos de Cádiz y San Fernando- de quitar los 10 millones de euros que serían necesarios para el inicio de la construcción de los buques de las ayudas del plan de reindustrialización de la Bahía aprobadas por el Ministerio de Industria y que en este año rondarán los 75 millones.

A juicio del presidente de la CEC, Miguel González Saucedo, la clave en este asunto es "buscar el equilibrio para que se favorezca que haya carga de trabajo en Navantia pero sin disminuir más unas ayudas de reindustrialización que son valoradas todos los años de manera muy positiva por los empresarios". "No se puede desvestir a un santo para vestir a otro", apostilló el presidente de la patronal, que recordó que el año pasado las peticiones de ayudas para reindustrialización triplicaron a las finalmente concedidas, así como que este importe ya se ha visto reducido de los 93 millones de euros del año pasado a los 75 del actual. A juicio de la CEC, el dinero que pide el PP de Cádiz para poner en marcha la segunda fase de los BAM sería deseable que fuera extraído de otros programas referentes a Defensa antes que de las ayudas de reindustrialización.

Por su parte, el presidente del comité de empresa de Navantia en Puerto Real, Ramón Linares, aplaudió la iniciativa del PP ya que entiende que, si se logra cerrar, la firma de los nuevos BAM darán una carga de trabajo importante para los astilleros de la Bahía. No obstante, Linares entiende que esta medida "se queda coja" si no se buscan vías para abrir la actividad de Navantia al mercado civil.