Pasear los cielos de Arcos a lomos de un globo

Arcos/Pasear los cielos de la provincia de Cádiz en un globo aerostático es una imagen única e irrepetible. Si, además, en el viaje a vista de pájaro, se surcan los cielos a la altura de la basílica menor de Santa María, el castillo, y la iglesia de San Pedro, en Arcos, que forman parte del conjunto monumental de este pueblo, es una experiencia que se marca en la retina para siempre. Viajar se puede hacer de mil maneras, pero viajar despacio activando las sensaciones montado en un globo es una vivencia exclusiva.

Por eso, la Diputación de Cádiz apuesta por promocionar los cielos de la provincia como una oferta inigualable para el viajero que busca conocer destinos de manera muy especial. Así, la institución provincial, a través del Patronato de Turismo, estrenó este miércoles, en Arcos, un globo con la imagen de la provincia como nuevo soporte, que realizó su primer viaje en el aire, alentando a vecinos y visitantes a optar por este segmento de turismo que se está haciendo un hueco en la oferta gaditana.

Su objetivo es enseñar la provincia de Cádiz de otra manera, con otros ojos, surcando sus cielos y dejándose mecer por los vientos. Y es que va creciendo la demanda de experimentar los destinos gaditanos desde los aires para un cliente que reserva esta experiencia para momentos especiales como cumpleaños, aniversarios, bodas... Ligada a esta actividad hay varias empresas ya en la zona de Arcos que operan en sus cielos.

“Buscamos fomentar el viajar tranquilo, sin prisas, conociendo Cádiz desde el cielo”, explicó Miriam Carrión, directora técnica del Patronato Provincial de Turismo, tras este bautizo del globo de Diputación, que tuvo ya una primera presentación oficial en el Gran Premio de España de Moto GP, en el Circuito de Jerez, pero instalado entonces de manera cautiva.

Así que, a lomos del globo institucional con la imagen de la gaditana diseñada hace 27 años por Antonio de Felipe, Arcos y su campiña se disfruta de otra manera a mil pies de altitud. Trigales amarilleando, las huertas de naranjos o despuntando las primeras hojitas verdes de lo que serán amarillos girasoles en verano pueblan llanos, lomas y cerros en esta zona de la Sierra de Cádiz bañada por el río Guadalete.

“Además, este tipo de experiencias están propiciando una cadena de valor con las empresas locales porque el viajero que demanda esta actividad puede pernoctar en la zona ya que los vuelos se realizan al amanecer. Puede decantarse por otras actividades de turismo activo y conocer la cocina autóctona”, reseñó Mar Fernández, de la empresa Cádiz en Globo, junto a Jesús Cabañero (cadizenglobo.com), que formó parte de la expedición por los cielos serranos, con la participación de otro globo propio. Esta firma está afincada en la provincia de Cádiz y trabaja ofreciendo desde hace dos años y medio vuelos al público por Arcos y sus alrededores. Cádiz en Globo opera todo el año y sus expectativas pasan por abrir, en un futuro, el abanico de posibilidades en otros lugares de la provincia.

La experiencia de este tipo de turismo de alturas es apta para todos los públicos y suele arrancar al amanecer. Cuando el día empieza a desperezarse, disfrutar de un paseo por las nubes, salpicado de colores y con la tierra a los pies es todo un planazo de viaje.