"Esta noche tendré pesadillas y creeré que aún estoy en el Penal"

Hacía mucho tiempo que Eleuterio Sánchez Rodríguez, El Lute, no pisaba la antigua prisión de El Puerto, donde pasó gran parte de su juventud y de la que consiguió fugarse en una fría Nochevieja de 1970, hace 43 años.

Ayer regresó de nuevo al interior de los húmedos muros de este antiguo convento de franciscanos, transformado en Prisión Central por el franquismo, en el que ingresó preso en el año 1963 y donde consiguió burlar a sus carceleros, amparándose en la noche, para protagonizar una sonada fuga y transformarse en símbolo de la libertad frente a la oscuridad del franquismo, y en emblema de la propia Transición Democrática. El Lute, símbolo de la reinserción, abogado de profesión, volvió al antiguo Penal del Puerto, pero esta vez bajo la luz de los focos y la mirada de las cámaras, para participar como protagonista en la grabación de un programa de Televisión Española para la serie 'Crónicas', donde se narra su biografía, gran parte de la cual transcurrió en distintas prisiones. La filmación del programa se desarrolló durante toda la mañana de ayer miércoles, y en ella participó un equipo formado por cuatro técnicos y periodistas de la televisión pública nacional.

El equipo se trasladó hasta la ciudad portuense desde Huelva, donde se están rodando otras tomas de la filmación para este mismo programa.

Eleuterio Sánchez Rodríguez, de 71 años de edad, fue recibido en el interior del antiguo Monasterio de la Victoria por la concejala de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de El Puerto -dueño del edificio-, María Antonia Martínez. El propio Eleuterio comentó a su llegada que el lugar le parecía más pequeño que cuando estuvo internado, ya que la zona exterior de barracones fue derribada en los años 90. El edificio del antiguo convento es actualmente un centro cultural, y sus dependencias están casi igual que cuando El Lute estuvo preso. El Lute recorrió el claustro, que antiguamente constituía el patio central del complejo carcelario, y en torno al cual, como recordó el célebre preso, se situaban los talleres donde los penados se venía obligados a trabajar en condiciones penosas, haciendo canastas y balones de cuero. Fue en esas salas junto al claustro, en la que también estuvo la lavandería, las cocinas y la enfermería, donde se han filmado la mayoría de las tomas para el programa, pasando después a otros sitios como la iglesia, que ha mantenido su monumentalidad y donde era obligado asistir a misa. El Lute reconoció que aunque la estancia en la cárcel de El Puerto era muy dura en los años 60, cuando él cumplía condena, las condiciones eran mejores que las de la Posguerra, pese a lo cual aseguró a quienes le acompañaban: "Esta noche tendré pesadillas y creeré que aún estoy preso en el Penal del Puerto". Después, explicó algunos detalles de su fuga, que se produjo saltando un muro de la parte posterior del complejo carcelario, ya desaparecido, pues se demolió en 1993, cuando se derribaron los barracones que existían en torno al edificio principal.