Más de 4 años para juzgar al acusado de un crimen que se entregó en horas

El acusado de apuñalar a dos hombres en junio de 2006 en una calle de La Línea y matar a uno de ellos se sentará hoy en el banquillo en la Sección de Algeciras de la Audiencia Provincial de Cádiz. El juicio llega así más de cuatro años después del crimen, pese a que el procesado se entregó horas después del suceso. El acusado permaneció cuatro años en prisión preventiva y al cumplir ese plazo máximo de reclusión sin juicio fue puesto en libertad.

El crimen ocurrió la madrugada del 1 de junio de 2006. El escrito de calificación provisional del fiscal relata que G.A., residente en esa ciudad y de nacionalidad británica, invitó a su domicilio, a tomar unas copas, a J.M.V. y a Ryszard Antoni Korkus. Los había conocido aquella misma noche. Tras un rato, los dos invitados abandonaron la vivienda y se fueron a la avenida 20 de Abril y se sentaron en un banco.

El fiscal explica que hacia las dos y media, G. acudió a ese lugar, se colocó frente a los dos hombres, esgrimió un cuchillo de 13,5 centímetros de hoja y apuñaló a uno y a continuación también a al otro. La segunda puñalada la recibió Korkus en el corazón y falleció instantes después. J.M. fue víctima de otras cuchilladas posteriores en el brazo derecho, mientras trataba de evitar la agresión a su compañero.

El procesado, G.A., padece un trastorno bipolar y consumía alcohol de forma abusiva, según el escrito de acusación. El fiscal cree que el día de los hechos, el acusado se hallaba bajo los efectos de las drogas que había consumido y que eso, unido a su problema mental, mermaba su capacidad intelectiva y volitiva.

De ahí que considere el fiscal que en este caso concurre una eximente incompleta de trastorno mental transitorio, por lo que solicita para el procesado 9 años, 11 meses y 29 días de prisión por un delito de homicidio y 1 año, 11 meses y 29 días por un delito de lesiones.

El fiscal también pide al tribunal que condene al acusado a indemnizar con 120.000 euros a los legítimos herederos de Ryszard Antoni Korkus.

El fallecido, de nacionalidad polaca, solía recurrir a los servicios sociales de La Línea para que le proporcionaran alimento y para cubrir sus necesidades más básicas, según las informaciones publicadas sobre el crimen en 2006.

Tras el crimen, el procesado, a quien defiende el abogado Ricardo Álvarez-Ossorio, cruzó la Verja y se dirigió a la Policía de Gibraltar, donde explicó que se había visto envuelto en una reyerta en La Línea. Poco después, tras unas primeras investigaciones, el acusado fue detenido y trasladado a La Línea.