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Provincia de Cádiz

El avance imparable del grupo Aurantia: de los paneles solares al queroseno

  • Las inversiones de la familia Naranjo han superado los 150 millones en solo cuatro años

Puso su primera pica en la Bahía en 2006, antes de que arrancara el proceso de reindustrialización tras el cierre de Delphi. Ha capeado los bandazos del sector energético, sorteado las trabas financieras y en la actualidad sus inversiones en la provincia se acercan ya los 150 millones de euros, todas ellas en el sector energético. No hay truco, sólo fe, trabajo y unos recursos propios suficientes para sobreponerse a las adversidades del mercado, según describe el consejero del grupo, José María García Ventús.

Ésta es la carta que presenta a Aurantia en la provincia, un grupo joven pero heredero del largo bagaje empresarial de la familia Naranjo (propietaria de Sufi hasta 2005). Hoy en día tiene en su haber la construcción y puesta en funcionamiento de Gadir Solar, la primera planta de fabricación de paneles solares de cuantas se proyectan en la Bahía. "Somos una realidad", enfatiza el empresario. Las instalaciones, ubicadas en Puerto Real, han supuesto un desembolso de 106 millones y han generado 209 empleos, la mitad de ellos para ex trabajadores de Delphi. La producción prevista para este año supera los 500.000 paneles (40 megavatios) y pese a que sólo lleva medio año en marcha, ya prevé una ampliación hasta 60 MW. "La producción actual está totalmente cubierta con el abastecimiento de nuestros parques en Sanlúcar, El Puerto, Écija (Sevilla), Tarsis (Huelva) y Zamora, pero ya tenemos clientes en Turquía, Sicilia (Italia) y negociamos en Marruecos y Estados Unidos", según García Ventús.

Esta rama de actividad principal se ha combinado con el desarrollo de otras más innovadoras. La más avanzada es Celulosa Investment, una sociedad dedicada al cultivo de microalgas para la alimentación piscícola y la industria farmacéutica y cosmética, sin olvidar la salida del biodiésel, que aunque se truncó inicialmente, sigue abierta a la espera de una reactivación de este mercado. Los invernaderos, que ya han empezado a construirse, estarán en El Portal, conectados por tubería con la fábrica de Holcim para absorber el dióxido de carbono que alimentará las microalgas.

Además, hay otras dos inversiones en un horizonte cercano: una fábrica de baterías eléctricas para los nuevos vehículos híbridos, un mercado con gran potencial y decidido apoyo de las administraciones; y, en segundo lugar, un revolucionario cultivo de salicornia -los llamados almajos-, una microalga común y muy abundante en las marismas gaditanas que tiene tres aplicaciones comerciales: la alimentación, la fabricación de fibra de vidrio y, como novedad, la producción de queroseno gracias a que contiene un aceite de "condiciones extraordinarias". El plan de Aurantia es ocupar una zona de 1.000 hectáreas en Sanlúcar y levantar una planta en la localidad para la extracción, manipulación y envasado de estos productos. "Queremos llegar a un acuerdo con el Instituto Andaluz de Reforma Agraria (IARA) y con los colonos para realizar la cría de esta alga autóctona en granjas y de forma organizada".

La apuesta de Aurantia por la energía y por Cádiz es absoluta y, según García Ventús, este sector debe ser prioritario en la provincia porque "es muy importante, hay recursos, ilusión y una gran capacidad de desarrollo". "El I+D funciona muy bien en Andalucía, las universidades están haciendo un enorme trabajo de investigación y la cualificación es extraordinaria en profesiones como la biología", añade. Los medios están al alcance, hay apoyo público, pero falta un aspecto clave: "Hay que creérselo".

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