Población

El 26% de los hogares de la provincia de Cádiz serán unipersonales en 2040

  • El estudio 'Proyección de los Hogares de Andalucía 2018-2040' señala que el 27% de las viviendas gaditanas serán habitadas por parejas sin hijos

Una persona mayor descansa en una plaza de la capital

Una persona mayor descansa en una plaza de la capital / Julio González

El concepto de sociedad individual avanza a pasos agigantados. Muchos son los motivos, yendo estos desde las personas que deciden emprender su vida en solitario sin formar una familia o sin tener una pareja estable hasta las que por la edad acaban viviendo solas y sin compañía. Los datos de la 'Proyección de los Hogares de Andalucía 2018-2040', publicados por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, son clarividentes al señalar que el 26% de los hogares de la provincia de Cádiz serán unipersonales en 2040. Esta cifra supone una subida considerable, ya que en 2018 se situaba en el 20%. 

Otro dato destacable sobre el cambio de la forma de vida es el del número de parejas que deciden vivir sin hijos, que pasarían a suponer el 27% en la provincia gaditana en 2040, cuando el año pasado solo optaba por esta opción el 20%.

En términos generales, la principal conclusión que se extrae de este estudio es que el número de hogares en Andalucía crecerá en más de 360.000 en los próximos 20 años, hasta situarse en 3,6 millones en 2040.

Según han detallado en el día de hoy desde el citado instituto en una nota de prensa, durante el pasado año 2018, 8,4 millones de personas tenían fijada su residencia habitual en alguno de los 3,2 millones de viviendas familiares registradas en Andalucía, por lo que el tamaño medio de los hogares se situó en 2,6 personas por hogar.

En el horizonte de proyección, 22 años más tarde, se estima que se alcanzará una cifra de 3,6 millones de hogares, 363.000 más que en 2018. Esto supone un crecimiento anual de cinco nuevos hogares por cada 1.000, y el dato contrasta con la evolución de la población residente en viviendas familiares, que se prevé permanezca "prácticamente constante", ya que su crecimiento medio no alcanzaría las 1.000 personas por año en el mismo periodo.

Según explican desde el Instituto Andaluz de Estadística, este desfase entre el crecimiento de la población y el de los hogares producirá "importantes cambios" en las estructuras de convivencia que, en su aspecto más general, se aprecia en la reducción del tamaño medio de los hogares a lo largo de todo el periodo de proyección. Del año 2018 al 2040, el tamaño medio del hogar pierde 0,3 miembros, al pasar de 2,6 a 2,3 personas.

Como reflejo de la dinámica demográfica subyacente, se mantendrá tanto el crecimiento del número de hogares como la reducción del tamaño medio, aunque a un ritmo "más moderado" que en el periodo 2002-2018.

La evolución en el número de hogares es distinta si se consideran las diferentes tipologías. De esta forma, ganan peso los hogares unipersonales y los del tipo pareja sin hijos, mientras se reduce de forma significativa el de pareja con hijos.

Este comportamiento está vinculado al proceso de envejecimiento que progresivamente engrosa el volumen de población mayor y, en consecuencia, a las situaciones más comúnmente asociadas con este colectivo como son la emancipación de sus hijos y la viudedad, según explican desde el instituto estadístico.

Parejas con o sin hijos

La mayoría de personas conviven y convivirán en hogares familiares; en concreto, un 90% en 2018 y un 87% en 2040. Dentro de este grupo, el mayor crecimiento -16,1 personas por 1.000 y año- lo tendrán personas residentes en hogares del tipo pareja sin hijos, mientras que se reducirá el número de las que conviven en los hogares pareja con hijos, con un descenso del 7,9 por 1.000 y año, debido en gran parte a la reducción del número medio de hijos en este tipo de hogares, que pasará de 1,7 en 2018 a 1,6 en 2040.

A pesar del "bajo dinamismo" observado y previsto en la evolución de las parejas con hijos, seguirá siendo la forma de convivencia más habitual en Andalucía y, en 2040, llegaría a representar casi la mitad (el 49%) del total de la población residente en hogares.

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