La iniciativa de Grupo Estévez casa con los nuevos retos que las bodegas españolas están dispuestas a asumir para garantizar su futuro y que pasan por aumentar el valor del vino exportado, reduciendo el peso de las ventas a granel y fortaleciendo las marcas, así como por impulsar la innovación y diferenciación del producto y la dimensión o tamaño de las compañías. Éstas, al menos, son las conclusiones que alcanzaron los expertos reunidos días atrás en la jornada 'Internacionalización del vino español: realidad y retos de futuro', organizada por el Observatorio del Mercado del Vino (OEMV) y el ICEX (Instituto de Comercio Exterior). Los analistas valoran que España sea el primer exportador en volumen del mundo, pero coinciden en la necesidad de reducir su dependencia del granel, por lo que aún hay margen para ganar valor añadido y, para ello, miran al modelo de éxito de Italia, que se enfocó en vender más envasados y espumosos, sobre todo a EEUU y Reino Unido, y menos vinos "en cisternas".

El jerez hace tiempo que dejó de exportar vino a granel para apostar únicamente por el embotellado y generar así mayor valor añadido. Sin embargo, al jerez le ha salido en el mercado local un competidor desleal, que si bien no se vende a granel, sí lo hace en el polémico formato del 'bag in box', que al no estar autorizado por la Denominación de Origen, impide el uso de términos protegidos como el fino o la manzanilla.

Estévez cree que el 'bag in box', además de ser ilegal porque juega a la confusión con otros términos alusivos a los vinos del Marco y se vende como vino lo que no lo es, pues para tener los 15 con los que se comercializan estos falsos vinos, en el Marco hay que encabezar al no alcanzarse la graduación de forma natural y esto sólo está permitido a los vinos de Denominación de Origen.

Estévez lo tiene tan claro como las conclusiones alcanzadas por los expertos: El objetivo es aumentar el valor y, para ello, hay que posicionar los vinos en los segmentos más altos de calidad".