La Armada ha finalizado este viernes el ejercicio MAR-23-2 en aguas del golfo de Cádiz y mar de Alborán para la "preparación indispensable de sus unidades y el personal que las conforman"  y donde se ha recreado "un conflicto de alta intensidad".

Las fragatas Santa María, Numancia y Canarias se hicieron a la mar el lunes y luego se han incorporado  la fragata Victoria y la corbeta de la marina Real Saudí Hail, uno de los buques encargados por Arabia Saudí a Navantia y que se encuentra en fase de adiestramiento avanzado dirigido por la Armada.

Durante este ejercicio, que ha finalizado hoy viernes 21 de abril, se han desarrollado diferentes situaciones en un escenario demandante en busca de perfeccionar el desempeño de las funciones propias de un buque de guerra. En sus cinco días de duración, se han realizado actividades que han comprendido, entre otras, la defensa contra misiles y bombas lanzadas desde aeronaves, tiro de cañón contra blancos de superficie y escolta de buques civiles.

La corbeta saudí junto al barco español.

La participación de cazas Eurofighter, F-18 y C-101 del Ejército del Aire junto con el Regimiento de Artillería de Costa nº4 del Ejército de Tierra aportó valor añadido al adiestramiento, que ha contado también con medios marítimos y aéreos del Servicio de Vigilancia Aduanera para terminar de configurar el escenario de conflicto al que se expusieron las unidades participantes.

Sobre la 41 escuadrilla de escoltas

"Este tipo de ejercicios suponen para la Armada una preparación indispensable para sus unidades y el personal que las conforma y, el cumplimiento de sus objetivos, garantiza la eficacia presente y futurade sus cometidos en salvaguarda de los intereses marítimos de España", apuntan desde la marina española. 

La organización y dirección de los MAR-23-2 han sido llevadas a caboo por la 41ª Escuadrilla de Escoltas a la que pertenecen las fragatas antes mencionadas. La 41ª Escuadrilla de Escoltas está compuesta por seis fragatas de la clase “Santa María”, F-80, basadas en Rota. A pesar de la veteranía de sus buques, que ronda una media de 32 años de servicio,  mantienen plenamente sus capacidades operativas y, desde su inicio, mantienen una presencia continua en la Operación Atalanta en aguas de Somalia. Está previsto a medio plazo su relevo paulatino por las futuras fragatas F-110, cuya construcción ya se ha iniciado.