La Forestal: una nueva vida para el viejo paraíso militar de Rota

Treinta años después de su abandono, la Junta encara el futuro de los históricos morabitos

La Junta avanza en la concesión pública para que una empresa privada recupere el abandonado campamento para un complejo vacacional

15 okupas siguen habitando en los morabitos del antiguo campamento, pese a que la administración asegura que ya no son un impedimento para licitar el nuevo proyecto

Imágenes actuales del estado de abandono del campamento La Forestal en Rota

Enseres apilados tras los morabitos ocupados en La Forestal de Rota.
Enseres apilados tras los morabitos ocupados en La Forestal de Rota. / Julio González
Manuel Reina

07 de septiembre 2025 - 06:30

Miles de personas, entre militares, familiares y amigos, se reunían cada verano en el que ya dejó de ser el campamento de La Forestal, en el Monte Dunas de Rota, junto a la playa Virgen del Mar. Un paraíso vacacional en el que todo lo que se servía eran productos comprados en la propia localidad. En medio de un pinar adecentado, limpio y en el que se distribuían decenas de morabitos —así llamadas las pequeñas y austeras edificaciones, procedentes del mundo árabe, en forma de cubo y rematados por una cupulilla en lo alto—. Nada queda de ese paraíso más que el recuerdo, las historias y 33 de esas edificaciones levantadas en un pinar totalmente abandonado por las administraciones pese a los pseudointentos por recuperar la zona.

"Entre todos lo mataron y él solito se murió", dice el refrán. Lo cierto es que hay que remontarse al siglo pasado, en 1997, cuando el antiguo campamento militar dejó de serlo. Tras 63 años siendo propiedad del Ejército, la Junta de Andalucía asumió la gestión y realizó algunas reformas a través de la empresa pública Egmasa. Se habilitaron baños, cocinas y una recepción, con la intención de mantener su funcionamiento. Pero en 2007 llegó el cierre “temporal”, motivado por una normativa que exigía derribar los morabitos al no considerarlos habitables.

La falta de interés, la lentitud de los trámites y la inoperancia fueron llevando a La Forestal a una situación de abandono que perdura hasta hoy día. En 2011 se intentó reactivar el espacio con una concesión privada, pero la ocupación de los morabitos impidió culminar el proceso. Tres años más tarde, en 2014, se desalojaron 15 de las 33 construcciones. Fue en vano: los mismos okupas se trasladaron a otros morabitos, obligando a reiniciar un procedimiento lento y tedioso.

Los morabitos de La Forestal fueron construidos para que los militares pernoctaran en un campamento de uso recreativo en el Monte Dunas de Rota.
Los morabitos de La Forestal fueron construidos para que los militares pernoctaran en un campamento de uso recreativo en el Monte Dunas de Rota. / Julio González

Ante la incapacidad de la Junta, el Ayuntamiento de Rota dio un paso en 2015. Abrió diálogo con los ocupantes, estudió cada caso de forma individual y ofreció, entre otras, alternativas laborales a través de la bolsa de empleo municipal. La estrategia funcionó, salvo en un caso: Lourdes y José Manuel, un matrimonio instalado en el último morabito. Fueron los conocidos como los últimos vecinos de La Forestal. Su resistencia impidió culminar el desalojo y, diez años después, la situación en el antiguo campamento retrocede al 2011.

Los actuales inquilinos de La Forestal

En un mundo paralelo a los trámites administrativos, proyectos medioambientales y modificaciones urbanísticas, 15 personas habitan los morabitos que el Ayuntamiento no llegó a tapiar. Entre ellos hay cuatro mujeres que no oponen ningún problema para contar los entresijos de dicha comunidad y sus aspiraciones futuras.

Nos recibe Audrey, peruana, quien limpia su vajilla con esmero frente a la morabita que habita. Reconoce que quiere irse: “No es un lugar para quedarse”, dice, aunque apenas lleva un mes viviendo allí. Añade que planean hacer un centro recreativo y que ella, licenciada en Turismo y Comercio en Perú, lucha por obtener la nacionalidad española para poder trabajar.

La vajilla de Audrey, una mujer peruana que ocupa uno de los morabitos de La Forestal.
La vajilla de Audrey, una mujer peruana que ocupa uno de los morabitos de La Forestal. / Julio González

Rápidamente aparecen las dos Marías, vecinas veteranas y con más desparpajo. "Nos gusta vivir aquí", reconocen ambas. Una de ellas es cocinera y admite que, si pudiera, se quedaría allí. “Lo único que pedimos es que limpien”, señala. La otra, de 65 años, insiste en lo básico: “Al menos un cuarto de baño para hacer nuestras necesidades”. Ambas coinciden en que La Forestal está muy descuidada: rastrojos, hierbas y basura se acumulan en el entorno, aunque ellas mantienen sus morabitos limpios y habitables. Pese a ello, no son ajenas al problema de fondo: "esto es de la Junta y son los que lo tienen que arreglar".

Aunque difieren sobre el futuro, comparten la vida diaria. Comen juntas, se ayudan y aseguran que la convivencia es pacífica: “Aquí no hay peleas; la policía lleva más de un año sin venir”, cuentan mientras preparan la mesa común, frente a lo que hace más de 30 años fue la cafetería donde los militares se reunían cada verano para seguir las etapas del Tour de Francia.

Las 'dos Marías', vecinas de La Forestal que viven con sus respectivos maridos en distintos morabitos pero hacen vida común.
Las 'dos Marías', vecinas de La Forestal que viven con sus respectivos maridos en distintos morabitos pero hacen vida común. / Julio González

Son las propias vecinas quienes nos acompañan a uno de los últimos morabitos de La Forestal. Completa la escena la tercera María, quien vive sola. Su principal preocupación son sus hijos, de 17 y 14 años, a quienes no puede traer por las condiciones de la vivienda. “Estoy harta, he ido a todos lados. Solo quiero estar con mis pequeños”, lamenta. A pesar de que el Ayuntamiento le prometió ayudas, finalmente fueron destinadas a otra familia. “Me da igual dónde, pero con mis niños. Y si tiene que ser aquí, que pongan luz y agua”, insiste, mostrando la tensión entre la necesidad familiar y las restricciones legales de un lugar insalubre.

Junta y Ayuntamiento avanzan en la concesión pública del enclave

Los planes de la Junta de Andalucía son otros. La vía, que ya está en marcha, es la de la concesión pública que dé paso a una iniciativa privada que lidere la recuperación de este espacio. Lo confirma el delegado territorial de Medio Ambiente, Óscar Curtido, quien ahinca en la idea de "recuperación" por encima de la "construcción". "No se van a destruir los morabitos", afirma con rotundidad, asegurando que hay muchas empresas dispuestas a llevar a cabo la explotación de un "diamante en bruto", como considera La Forestal. "Es una joyita", insiste Curtido, "al lado del casco urbano de Rota, pegado a la playa, con instalaciones deportivas y un sinfín de posibilidades turísticas y medioambientales".

"Como roteño me lo he tomado como un reto personal", abandera el delegado, que explica que desde que tomó posesión en 2022 ha trabajado para elaborar y adelantar los informes pertinentes. En primicia para Diario de Cádiz, Curtido aporta que ya están completamente redactados los pliegos de licitación, "con todas las garantías jurídicas y ambientales". El escollo, que ya se está salvando, es la imposibilidad trasladada por el Ayuntamiento de tramitar la concesión con el Plan General Municipal de Ordenación Urbanística actual. En estrecha colaboración entre administraciones, el Consistorio impulsó esta modificación que aún no es definitiva.

Cartel de la Junta de Andalucía girado de 'Reserva Natural', muestra del abandono actual de una zona integrada en el Monte Dunas de Rota.
Cartel de la Junta de Andalucía girado de 'Reserva Natural', muestra del abandono actual de una zona integrada en el Monte Dunas de Rota. / Julio González

"Está terminándose", reconoce el alcalde de Rota, Javier Ruiz Arana, sobre la modificación del PGMOU, que afecta a dos artículos relacionados con el monte público. "Los informes sectoriales, que han sido favorables, también se han emitido; estamos resolviendo las alegaciones antes de enviarlo al Consejo Consultivo, que es el que le tiene que dar el último visto bueno", explica el alcalde. Sobre plazos, el Ayuntamiento espera que antes de terminar el año el pleno haya aprobado la modificación y todo quede en manos de la Junta.

El futuro turístico del complejo vacacional

Así, el futuro proyecto está más cerca que nunca. Se vislumbra un complejo ambiental con alojamiento turístico, servicio de restauración, atención al visitante y actividades medioambientales. "Un aula de la naturaleza en pleno pulmón verde de Rota", describe Curtido, que cree que esta concesión va a generar desde empleo hasta un turismo sostenible, sin olvidar "el orgullo de los roteños que han visto cómo se ha llevado tanto abandonado". "Queremos convertir La Forestal en un motor socioeconómico de Rota", afirma el delegado.

Además, la Junta adelanta que existe un acuerdo con el Ayuntamiento para integrar las anexas instalaciones de Protección Civil en la concesión, ya que también reconocen que no se puede construir ni demoler en un monte público. "Consiste en poner en valor este enclave desde la sostenibilidad y el respeto ambiental", informan. El Ayuntamiento, por su parte, admite que existe "entendimiento y coordinación" con la Junta de Andalucía, dejando atrás el desencuentro en 2023, cuando el Consistorio se negó a ceder 5.400 metros cuadrados para la "regulación catastral de la zona".

Las instalaciones de Protección Civil, junto a los terrenos de la Junta, que ha llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento para integrarlo en el futuro proyecto de La Forestal.
Las instalaciones de Protección Civil, junto a los terrenos de la Junta, que ha llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento para integrarlo en el futuro proyecto de La Forestal. / Julio González

Los okupas ya no son obstáculos para el proyecto

Asegura Óscar Curtido que los okupas no van a ser un impedimento para la licitación del terreno. Hace dos años, el gabinete jurídico dio viabilidad para continuar con la tramitación y ejecutar la concesión pese a la presencia ilegal de inquilinos en los morabitos. "Si tuviésemos que esperar a que quedaran desocupados, la licitación no se sacaría nunca", afirma el delegado, que destaca que "no se ha dejado ningún margen a la improvisación". Por lo tanto, será la empresa privada que se haga cargo de La Forestal la que tendrá que negociar con los okupas, aludiendo a un margen de maniobra más ágil que el de la administración. Sin embargo, Curtido quiere trasladar a los actuales inquilinos que van a trabajar con el Ayuntamiento "para sondear distintas soluciones".

El gobierno de Rota refuerza la idea de la administración andaluza con el futuro de los actuales ocupantes de La Forestal. Aun así, el alcalde insiste en que el Ayuntamiento no puede actuar con quien okupa un morabito de manera ilegal, pese a que ya lo hicieran hace una década. "Nuestro mensaje es que vengan a Servicios Sociales y los atenderemos", categoriza el alcalde, que sugiere que los actuales inquilinos "son gente que tiene dónde vivir, pero están un poco al margen de la legalidad".

Aspecto de la entrada del campamento de La Forestal, totalmente deteriorado y con abundancia de rastrojos, aumentando el riesgo de posibles incendios.
Aspecto de la entrada del campamento de La Forestal, totalmente deteriorado y con abundancia de rastrojos, aumentando el riesgo de posibles incendios. / Julio González

Aunque la hoja de ruta está clara, es primordial una actuación en el monte en materia de limpieza para prevenir posibles incendios. A Ruiz Arana le consta que "la Junta actúa, al menos últimamente", y la realidad es que no se realiza una limpieza exhaustiva desde octubre de 2022, cuando se retiraron casi ocho toneladas de residuos, además de labores de poda y adecentamiento para reducir el riesgo de incendio.

La cuenta atrás para el nuevo futuro de La Forestal parece, por fin, estar en marcha. Treinta años después de que los militares abandonaran lo que fue su paraíso vacacional durante décadas, serán, primero los roteños, y luego los visitantes, los que podrán regodearse de uno de los enclaves más privilegiados de la provincia de Cádiz. Como destaca el alcalde, "se ve la luz al final del túnel". 2026 debe ser el año para que La Forestal comience su nueva vida.

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