Algo se sabe de aeronáutica en la Bahía de Cádiz. Cuando la capital gaditana se desperezaba tras la pesadilla de la marcha de Ford a Cataluña, una nueva empresa irrumpía en la actividad industrial dominada, entonces y ahora, por los astilleros. La empresa nacional Construcciones Aeronáuticas se implantaba en un barrio donde entonces sólo habitaban las fábricas: Puntales. La fábrica de CASA pronto tomó popularmente el nombre de esta zona en el extrarradio de los Extramuros de Cádiz. Era el año 1927 y lo que entonces se vio y vivió como la alternativa de urgencia a la marcha de la compañía estadounidense de automoción (luego emulada por Delphi) acabó en un idilio de esta industria con la comarca que sigue siendo muy intenso.

La histórica factoría de CASA llegó a celebrar 75 cumpleaños y estuvo operativa hasta el nuevo siglo, cuando la dirección de EADS-CASA decidió trasladar el centro productivo a El Puerto. El 2 de julio de 2003 arrancó la actividad oficialmente en la nueva planta, aunque el proceso de trasferencia de activos y el traslado de personal y maquinaria comenzó años antes y se desarrolló paulatinamente. La mudanza ponía fin a una etapa fructífera en la capital gaditana pero suponía la apertura de un nuevo horizonte diseñado en clave de modernidad e innovación, dos aspectos básicos e intrínsecos en una industria como la aeronáutica y que eran incompatibles con la planta obsoleta de la capital.

La fábrica se ubicó en el parque empresarial Tecnobahía, donde, durante años, sólo tuvo como vecino a la factoría de componentes de automoción Visteon. Hasta que empezó a llegar la industria auxiliar con el objetivo de convertir este polígono en un epicentro de la actividad aeronáutica andaluza y nacional.

En este periodo de poco más de cinco años, la planta portuense, dirigida por León Marín, ha sabido dotarse de las últimas tecnologías en materiales compuestos, conformado superplástico, y chapistería y pintura, entre otras. En ella trabajan en la actualidad más de 280 personas y su carga de trabajo para este año 2009 es de 745.000 piezas, un nivel modesto aunque ajustado a su plantilla, según describieron fuentes sindicales. La fábrica, además, atiende un gran abanico de contratos y clientes: desde la mayoría de programas civiles de Airbus, y especialmente el avión A320, a los modelos militares CN-235, A-295, P3 Orion (aeronave para vigilancia aduanera) o el mismo A-400, en el que participan como apoyo a Sevilla.