Tres jóvenes portuenses de 23 años de edad se han convertido en héroes, sin pretenderlo, tras un suceso ocurrido el pasado miércoles en un piso de la zona sevillana de El Plantinar.

Darío Caballero, Miguel Llamas y José Manuel Carmona, los tres de El Puerto de Santa María y estudiantes de Diseño Gráfico, Empresariales y Organización Industrial en Sevilla, se encontraban en torno a la una de la tarde del miércoles en su piso compartido, propiedad de la familia de uno de ellos, cuando escucharon ruidos en la casa contigua, ubicada en una quinta planta de un edificio de once pisos.

Los jóvenes oyeron voces y cristales rotos y salieron enseguida del piso, comprobando que los gritos de auxilio procedían del interior del piso de al lado. En la vivienda residía una mujer impedida de 71 años de edad que vive con su hija, pero en ese momento se encontraba sola.

Sin dudarlo un momento, uno de los jóvenes la emprendió a patadas contra la puerta del piso logrando romperla, otro de ellos cogió un extintor de la escalera y enfrentándose a la intensa humareda que salía de la vivienda, no dudaron en entrar atendiendo a los gritos de auxilio de la mujer, a la que no lograban ver. Pronto comprobaron que el foco de las llamas era el salón de la vivienda, donde había comenzado a arder parte del mobiliario y se estaba propagando muy rápidamente.

Uno de los jóvenes , entre el intenso humo y casi sin poder respirar, logró encontrar a tientas a la mujer que se encontraba tendida en el suelo, sin poder moverse, y tiró de ella con todas sus fuerzas, hasta sacarla del piso. En la escalera se encontraba también otra de las vecinas del mismo rellano, Antonia Muñoz, ATS de profesión que prestó a la mujer los primeros auxilios, ya que además de haber inhalado gran cantidad de humo presentaba quemaduras de segundo grado. Antonia Muñoz explicaba ayer a este periódico que los tres jóvenes portuenses fueron "auténticos héroes. Le salvaron la vida a la mujer pero es que además les costó trabajo reconocer la importancia de lo que habían hecho, se jugaron la vida", contaba aún impresionada por los momentos vividos.

Antonia recordaba ayer cómo tras escuchar ruidos en la escalera, y pensando al principio que era alguna discusión, salió a ver qué ocurría y se encontró con el incendio. "Todo ocurrió muy rápido, la verdad es que la policía y los bomberos llegaron enseguida pero si no hubiera sido por estos chicos la mujer habría fallecido. Nada más salir ellos de la vivienda saltaron los cristales de la ventana de la cocina, podía haber sido una tragedia", relata.

La mujer de 71 años, cuya hija llegaba poco después de los hechos a la vivienda, se encuentra aún en el hospital pero está fuera de peligro.

Uno de los chicos, Darío Caballero, contaba ayer que cuando entró en la vivienda "ni lo pensé, en ese momento no piensas en las consecuencias de lo que haces", pero reconoce que tanto él como sus compañeros estuvieron en peligro al actuar como lo hicieron, aunque afortunadamente su gesto sirvió para salvar una vida.