‘Entierro’ simbólico del Guadalquivir: mil voces en Chipiona contra los vertidos mineros

Alrededor de un millar de personas se congregaron este domingo en la Plaza de las Américas de Chipiona para reclamar a la Junta de Andalucía la suspensión de los permisos de vertido de aguas con metales pesados al estuario del Guadalquivir, procedentes de las minas Cobre Las Cruces y Los Frailes (antigua Aznalcóllar). La concentración, de carácter festivo y reivindicativo, fue organizada por el Ayuntamiento de Chipiona junto a las alcaldías de Sanlúcar de Barrameda, Trebujena y Coria del Río, en colaboración con una plataforma ciudadana integrada por asociaciones cívicas y ecologistas de la zona.

Los convocantes demandan que se establezca una moratoria sobre los vertidos proyectados y que el estado del estuario sea evaluado por un comité de expertos independientes. Según explican, los estudios de impacto ambiental presentados por las empresas adjudicatarias son “insuficientes” y “parciales”, al no considerar de forma conjunta los efectos de ambos vertidos ni el comportamiento hidrodinámico y químico del estuario.

“Cada empresa ha realizado su evaluación suponiendo que su vertido será el único en el río, sin tener en cuenta el impacto acumulado”, señalaron representantes de la plataforma ciudadana durante el acto. Esta falta de consideración, aseguran, puede conducir a una subestimación de los efectos ecológicos y económicos en el Bajo Guadalquivir.

La concentración incluyó un simbólico “funeral” del Guadalquivir, con participantes portando esquelas con mensajes de concienciación. Posteriormente, se desarrollaron intervenciones públicas en las que participaron científicos, activistas y autoridades locales. Jesús Castillo, catedrático de Ecología de la Universidad de Sevilla, advirtió sobre la presencia de metales pesados en los sedimentos del estuario interior, presuntamente procedentes de vertidos anteriores de la mina Cobre Las Cruces. Castillo explicó que estos contaminantes “pueden incorporarse a la cadena trófica” y afectar a la fauna acuática, incluidos peces de consumo habitual.

Por su parte, Rafael Ruiz, representante de la asociación local CANS y de la Asociación de Mariscadores Jarife, apeló a la movilización ciudadana frente a lo que calificó como una “zona de sacrificio” para intereses empresariales foráneos. Anunció, además, nuevas concentraciones en otras localidades ribereñas en los próximos meses.

Los alcaldes presentes coincidieron en subrayar la importancia de proteger no solo la biodiversidad del estuario, sino también las actividades económicas y culturales asociadas al río. Luis Mario Aparcero, alcalde de Chipiona y anfitrión del acto, señaló que “la vitalidad ecológica y socioeconómica del Guadalquivir está en juego” y pidió a la Junta de Andalucía que reevalúe los proyectos mineros en función de su impacto acumulativo.

La Junta de Andalucía ha aprobado los proyectos de vertido tras recibir los estudios de impacto ambiental de las empresas. Sin embargo, hasta la fecha no se ha pronunciado sobre la solicitud de moratoria ni sobre la creación de un comité independiente de evaluación, como exigen los convocantes.

Según estimaciones de la plataforma ciudadana, la cantidad de aguas residuales con metales pesados que las dos minas verterán al estuario en las próximas dos décadas podría multiplicar por diez la ya vertida por Cobre Las Cruces desde 2009.