La duración del proceso, desde que se solicita la ayuda hasta que es aprobada, la complejidad de los trámites y la inexistencia de mejoras, esto es, los casos en que la Ley se limita a mantener el recurso con el que ya se contaba, son algunas de las quejas más habituales de los usuarios. Así es según las que los ciudadanos trasmiten al Ayuntamiento de Cádiz, que ha evaluado todas estas demandas de los solicitantes.

Sin embargo hay historias de todo tipo y no todo es negativo, algunos aseguran haberse visto muy beneficiados gracias a las ayudas que se les han asignado.

Manuel Cádiz es uno de los que no han tenido mucha suerte: una familia de Cádiz que solicitó una ayuda para su hija de 28 años con un 96% de discapacidad debido a una atrofia cerebral. Manuel cuenta que después de largo tiempo esperando, pues presentaron la solicitud en cuanto entró en vigor la Ley, "nos hemos quedado como estábamos". Les han asignado una plaza fija en el centro de Afanas de San Fernando al que su hija ya acudía. "Además seguimos pagando lo mismo de antes, un 40% de los gastos. Esto además de los medicamentos y otras necesidades que suponen 160 euros más al mes", narra Manuel. Añade que sí es cierto que les ofrecieron ayuda a domicilio pero que no la aceptaron "porque como podemos, preferimos cuidar nosotros de nuestra hija". Esta familia reclama ayudas económicas.

La situación de Inés Mera y su familia, también de Cádiz, es muy similar a la anterior. Con una hija de 19 años y un 92% de discapacidad le han asignado lo que ya tenía, otra plaza en la Unidad de Día de San Fernando.

En Jerez, el caso de José Antonio Perdigones es por contra ejemplo de los beneficios de la nueva Ley. El padre de este jerezano es considerado por muchos médicos como "un caso único" y es que hace apenas tres años era capaz de conducir y hoy padece alzheimer en estado muy avanzado, a sus 71 años. Dentro de la desgracia, Perdigones dice que han tenido suerte porque "la Ley de Dependencia se nos ha acelerado al máximo". La ayuda económica ha sido fundamental en su caso.

En El Puerto, Loli Moreno, solicitó hace cerca de un año una de las ayudas que ofrece la Ley para poder atender adecuadamente a su madre, que padece alzheimer desde hace cuatro años. Una ayuda que ahora le supone un auténtico alivio pues, además de que ella es la única persona que puede estar a su cargo, se encuentra embarazada de siete meses. Son 90 horas de cuidados a domicilio al mes que le vienen como anillo al dedo para que su madre no esté descuidada mientras ella consigue más tiempo para dedicarle a su familia. Eso sí, Loli ha tenido que luchar "más de lo normal" para que la concesión de la ayuda se hiciera efectiva. Fue de las primeras en solicitarla, justo cuando se abrió el plazo en junio de 2007. Luego se le comunicó la aceptación en diciembre del año pasado, pero no ha sido hasta finales de abril cuando por fin consiguió la primera visita de la cuidadora de su madre.