El mercado inmobiliario de la provincia se enfría, al menos en lo que se refiere al número de operaciones de compraventa. En el primer semestre de año se compraron un total de 6.832 viviendas en Cádiz, calcando prácticamente la cifra del mismo periodo de 2018, cuando se contabilizaron un total de 6.828 compraventas, según el Instituto Nacional de Estadística.

Aunque supone el mejor primer semestre de un año desde 2008, el dato de 2019 refleja la ralentización de la actividad de un sector que en los últimos tres años crecía a ritmos de dos dígitos, recuperando parte del terreno perdido durante la crisis. Precisamente, 2018 se cerró con un incremento del 18% gracias al tirón de la vivienda de segunda mano.

Sin embargo, la vivienda usada ha flaqueado en el primer semestre. Sigue siendo hegemónica, ya que aporta tres de cada cuatro operaciones, pero éstas se reducen ligeramente –un 0,8%– respecto a la primera mitad de 2018, hasta un total de 5.171.

Este descenso se compensa por la vivienda nueva, que crece un 3% en comparación con el año pasado y suma 1.661 operaciones. Es también la mejor cifra en un primer semestre desde el año 2008 aunque sigue muy lejos de las cotas que alcanzaba antes de la crisis, cuando por cada vivienda usada que se compraba en la provincia de Cádiz, se adquirían dos nuevas.

Una de las causas de este cambio de tendencia es el desplome de la construcción registrado durante la crisis. Ello ha provocado que haya poca vivienda nueva disponible en el mercado, aunque en los últimos dos años se haya multiplicado el número de promociones en obra, sobre todo en el litoral gaditano. También entra en juego el aumento de la inversión en la compra de viviendas de segunda mano para dedicarlas al alquiler turístico.

La clave se encuentra en el mes de junio, en el que se contabilizaron 1.078 operaciones, un 18% menos que en junio de 2018, y el peor dato en ese mes desde 2016. Si atendemos a las hipotecas suscritas sobre vivienda, en junio de 2019 se concedieron un total de 831 créditos, lo que supone un descenso del 13% en relación con el mismo mes de 2018.

Nueva ley hipotecaria

Esta desaceleración del mercado inmobiliario coincide con un momento de intensos cambios legales. La nueva ley hipotecaria entró en vigor a mediados del pasado mes de junio, tres meses después de su aprobación en el Congreso de los Diputados.

La nueva norma viene a clarificar el escenario después de varias sentencias contrarias al impuesto de Actos Jurídicos Documentados y las cláusulas suelo. Obliga a las entidades financieras a asumir los gastos de notaría, gestoría y registro, lo que permitirá en teoría ahorrar a los clientes en torno a 1.000 euros. Pero su implementación ha encontrado dificultades por las dudas entre los notarios y las entidades financieras a la hora de interpretar los cambios legislativos.

Eso sí, lo que no deja de crecer es el importe de la hipoteca media. En el primer semestre, ascendió en Cádiz a 95.724 euros, un 3,6% más que en el periodo comprendido entre enero y junio de 2018.