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La otra cara de Tráfico

  • La Unidad de Víctimas de accidentes de la Jefatura provincial ha asesorado a unas 3.500 personas tras sufrir algún siniestro en la carretera

Natalia Castillo y María Jesús Nuñez, responsables de la Unidad de Víctimas de accidentes de Tráfico en la Jefatura provincial.

Natalia Castillo y María Jesús Nuñez, responsables de la Unidad de Víctimas de accidentes de Tráfico en la Jefatura provincial. / joaquín pino

"Somos la otra cara de la DGT", manifiestan las responsables de la Unidad de Víctimas de Accidentes de Tráfico (UVAT) nada más empezar a hablar sobre su trabajo. "Desde Tráfico se hacen muchas acciones, tenemos la labor de la prevención, pero quedaba atender lo que sucede después de un accidente, y eso es lo que hacemos aquí desde 2012", explican.

Los números experimentados desde entonces hablan por sí solos de la necesidad de que la Jefatura Provincial de Tráfico ofreciera un servicio de este tipo, que atendiera a las personas una vez que el accidente no se ha podido evitar. Si en 2013, cuando abrieron al público, la unidad prestó ayuda a apenas una veintena de personas, durante el año pasado unas 1.400 víctimas que requerían asesoramiento después de sufrir un siniestro en alguna carretera de la provincia pasaron por allí . Solo en el primer semestre de este 2016 ya suman 1.700 y en un balance total la cifra sube hasta 3.500 usuarios, que siguen aumentando.

María Jesús Nuñez y Natalia Castillo, las dos responsables del servicio en Cádiz, recalcan la importancia de la Unidad de Víctimas, "más en una provincia donde no hay una asociación que agrupe a las damnificados de accidentes de tráfico como en otros lugares". "Somos la manera de derivarles, por ejemplo, a la asociación de padres que han perdido a hijos o la de lesiones medulares, que sí hay ", afirma Natalia. "Era necesario dar un servicio a una serie de víctimas que son invisibles al resto de la sociedad, que tiene tan asimilado que cada fin de semana, cada puente, habrá una serie de fallecidos que no se les presta mayor atención, y mirando las cifras de siniestralidad son 1.126 fallecidos en 2015", lamenta María Jesús.

Un accidente de tráfico es sin duda uno de los momentos que más cerca necesitas tener a alguien que te preste ayuda rápida y eficaz, cuentan en los folletos informativos de UVAT. Por eso, en esta sección de la DGT responderán a esta pregunta tras el shock : ¿ahora qué? Orientación sobre los pasos a seguir, los recursos disponibles, conocer tus derechos, poner en marcha actuaciones que sean necesarias con profesionales y seguir los casos son sus principales funciones. "A muchas personas le tranquiliza que seamos funcionarias, una institución pública y le atendemos en función de los recursos que tenemos".

Principalmente, los gaditanos suelen pedir asesoramiento jurídico. "Hay personas que nos llaman porque no se fían de su seguro, también ciclistas que han tenido un accidente y no saben dónde acudir porque no tienen asegurador. Hay quien no sabe cómo acceder al atestado o que simplemente no había caído en que es mejor darle de baja a su vehículo", comentan.

Pero si hay una cuestión en la que quizás no caen los dañados por sí solos, es la atención psicológica que necesitan aunque haya sido el accidente más leve, y que suelen detectar desde la unidad tras conversar con ellos. "Le pongo el ejemplo de una madre que está conduciendo y lleva a su niño detrás y le dan un golpe por alcance". La UVAT tiene un convenio con la asociación Teléfono de la Esperanza, donde psicólogos expertos en accidentes de tráfico los atienden de manera gratuita y personalizada, por teléfono o concertando una cita en Sevilla.

María Jesús Nuñez y Natalia Castillo destacan la labor de las policías locales y la Guardia Civil , que son los que normalmente les dan el primer toque para acercarse a los heridos. Desde la propia unidad intentan también ponerse en contacto cuando, tras leer los partes, valoran quién puede requerir su ayuda, "aunque no siempre lo conseguimos", dicen.

Entre los damnificados atendidos también entran los 'culpables' de los siniestros. "A veces los accidentes son fortuitos, no tiene que haber una imprudencia detrás", opina María Jesús. "Recuerdo el caso de un camionero . Un coche le dio por detrás al vehículo en el que circulaban una madre y su hijo, con tal mala suerte que lo desplazó al carril contrario por donde circulaba bien este hombre con su camión. Imagine cómo estaba".

Tienen en la mente muchos casos. Un joven inmigrante que recién cumplidos los 18 años y tras salir de un centro de acogida lo atropellaron cuando iba con su bicicleta. "No sabía dónde ir, nos llamó su novia", rememora. "O una niña que tras un accidente de autobús estaba sola en el hospital con su madre muy grave", "o una mujer que perdió a su hijo". "Aunque solamente sea escucharles ya te dan las gracias".

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