El buque 'Galicia' pone nuevo rumbo hacia el Índico

Defensa Intervención española en el Cuerno de África

El barco zarpa de Rota con 240 marinos y participará durante cuatro meses en la operación Atalanta para garantizar la seguridad de los pesqueros frente a los piratas

Uno de los marinos se despide con un fuerte abrazo de sus familiares, con el buque 'Galicia' detrás antes de zarpar.
Uno de los marinos se despide con un fuerte abrazo de sus familiares, con el buque 'Galicia' detrás antes de zarpar.
Patricia Gómez / Rota

19 de agosto 2010 - 05:01

Buena navegación, buen cumplimiento de misión y mucha suerte. Así despedía el almirante de la Flota, Juan Carlos Muñoz-Delgado y Díaz del Río, a la dotación del buque de asalto anfibio Galicia que zarpó ayer desde la Base Naval de Rota para sumarse a la operación Atalanta en Somalia para garantizar la seguridad en sus aguas internacionales.

Todos los marinos, firmes, se situaron en la cubierta de vuelo del barco para escuchar las palabras del almirante de la Flota. "Representáis lo mejor de la Armada para defender los intereses de los españoles allí donde se encuentren", afirmó Muñoz-Delgado y Díaz del Río tras saludar, uno por uno, a todos los efectivos a bordo del buque. El almirante además destacó que los miembros embarcados en el Galicia proceden de otras dotaciones, por lo que el trabajo previo de coordinación ha sido esencial. "Os pido que actuéis como un equipo, en nombre de España y de la Armada", sentenció.

Tras el acto, todos los marinos bajaron al muelle y con la música de fondo de la banda del Tercio Sur de San Fernando, se despidieron de sus familiares. La emoción se palpaba en el ambiente. Los nervios, las lágrimas, los besos y abrazos eran los protagonistas indiscutibles. Ellos saben que durante cuatro meses van a estar separados. Cuatro meses que para los que se quedan en tierra se van a hacer muy largos. "Tengo ganas de marcharme y de volver ya", contaba Raquel Rodríguez, una de las 35 mujeres que embarcaron en este buque de asalto anfibio. "Mi hermana no deja de llorar, pero ya le he dicho que para Navidad estoy aquí", relataba la joven. Es la primera vez que se embarca en una misión durante tanto tiempo. "He estado en Galicia, en Portugal, pero nunca me había marchado tan lejos. Hay teléfono a bordo y la comunicación se podrá mantener. Podremos conectarnos a Internet, chatear y hablar por el móvil", explicaba un infante de marina que también forma parte de la dotación.

Marcos Venegas es extremeño y también otro de los jóvenes marinos que se suma a esta expedición. "Estoy muy nervioso. Voy a echar de menos a mi gente, pero todos los miembros del barco somos como una gran familia", indicaba el joven, mientras su madre, a su lado, con ojos llorosos aseguraba que le daba mucha tristeza la separación. "Si Dios quiere, estaremos aquí para comernos el turrón", respondía Marcos para suavizar la intensidad del momento.

Y es que los familiares han venido desde todas partes de España para despedir a los tripulantes del buque. Israel Nieto sabe que cuatro meses no es mucho tiempo, pero aún así ha decidido llevarse un almanaque del Sevilla C.F. para contar los días que faltan para su regreso. "Tengo ganas de volver ya", afirmaba Israel rodeado de su familia. Este joven, de 27 años, es natural de Sevilla y entre su equipaje también ha incluido varias fotos para poder mirarlas todos los días.

Y entre tantas lágrimas resaltaba en contraste la sonrisa de Roberto Rodríguez. Este joven de San Fernando aseguraba estar feliz. "Ahora mismo tengo ganas de zarpar. Seguro que dentro de un mes estoy deseando volver, pero ahora quiero irme". "Me he traído casi toda mi casa: apuntes para estudiar para sargento, el portátil, la Play 3 y varios libros. Cuatro meses es mucho tiempo y hay que aprovecharlo".

Se acaba el tiempo para las despedidas y los marinos deben embarcar. Sobre las 11:15 de la mañana de ayer el buque Galicia abandonaba la Base Naval de Rota para poner rumbo a Somalia. Los familiares, con las manos alzadas y diciendo adiós, se despiden de los suyos hasta el mes de diciembre.

El buque Galicia forma parte del compromiso adquirido por España, bajo bandera de la Unión Europea, en su lucha por mantener la seguridad en las aguas del Golfo de Aden y Somalia, protegiendo tanto al tráfico mercante como a los pesqueros que faenan en esas aguas. Con la partida de este barco, que por primera vez viajará a Somalia, y que cuenta con una dotación de 240 personas, ya son tres los barcos de la Armada implicados en la operación Atalanta contra la piratería. Junto al Galicia está el Infanta Cristina, que se encuentra allí actualmente, y la fragata Victoria cuyo regreso está previsto para el próximo domingo, también al puerto de la Base Naval de Rota.

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