La Junta de Andalucía ha decidido apostar fuerte por el uso de la bicicleta en las ciudades. Una ciudad sin carriles bici está anclada en el siglo pasado, dijo hace unos días en Cádiz el delegado territorial de Fomento, Manuel Cárdenas, al presentar dos proyectos que proporcionarían a la capital gaditana 16 kilómetros de vía ciclista. Sobre el papel, los planes para abrir paso a la bicicleta ruedan sin ruido y dibujan poblaciones modernas con pocos coches y un eficiente transporte público.Pero el panorama en la Bahía de Cádiz está muy lejos aún de ese modelo urbano.

Pese a que el uso de la bicicleta es masivo desde hace muchos años en muchas ciudades europeas, pese a que hay modelos de los que poder copiar, el cambio avanza lento. En San Fernando, la polémica ha acompañado al carril bici desde que el Ayuntamiento apostó por dotar a la ciudad de una amplia red de itinerarios que cubrieran prácticamente toda la ciudad. Echó mano de los fondos del Plan E y Proteja así como de varias subvenciones que recibió el municipio en materia ambiental (Agenda 21) para llevar a cabo unas obras que aspiraban a dar un vuelco a la ciudad en materia de movilidad y de transporte sostenible.

Más de 1,5 millones de euros se destinaron al proyecto en total. Pero el resultado fue objeto de severas críticas por parte de partidos y colectivos ciudadanos. La escasa calidad de las obras y los numerosos desperfectos hallados en las rutas diseñadas -así como los problemas de seguridad que planteaba- dejaron al aire las carencias del proyecto en la recta final del mandato anterior.

Las obras han sido ya recepcionadas por el Ayuntamiento -ha tardado en hacerlo habida cuenta del estado de los trabajos- aunque todavía la empresa adjudicataria está solucionando muchas de las carencias detectadas en el trazado. Una parte, explican fuentes municipales, se ha solucionado ya, aunque aún quedan pendientes algunos trabajos que se calcula que estarán completamente acabados a finales de año.

La red de carriles bici cuenta con un diseño perimetral que rodea prácticamente la ciudad para facilitar los desplazamientos de un extremo a otro del término municipal. Dicha red se conecta con otras rutas transversales que unen varios puntos clave de la ciudad y aspira a completarse con itinerarios más específicos que permitan a los ciudadanos desplazarse en bici con comodidad dentro del casco urbano. No obstante, explican desde el área municipal de Sostenibilidad Ambiental, desde el Consorcio Metropolitano de Transportes se han planteado algunas posibles modificaciones al trazado inicial.

Quizá la actuación más relevante en la implantación del carril bici en San Fernando ha llegado con las obras del tren-tranvía y la semipeatonalización de la calle Real, principal arteria de la ciudad. Aunque no dispone en sí de un carril reservado para las bicicletas, se ha convertido en una de las vías preferidas por los ciclistas para desplazarse por la ciudad al no contar con tráfico rodado.

En tramitación también está desde el año pasado la redacción de una nueva ordenanza que regule el uso de los carriles bici y la circulación a dos ruedas por toda la ciudad

Chiclana sigue apostando de manera firme por el carril bici a lo largo de su extenso municipio. No en vano, cuenta con más de 25 kilómetros de viales especialmente habilitados para el tránsito de bicicletas, sobre todo en las carreteras que conducen hacia la costa. Además del permanente compromiso de esta ciudad por mantener, e incluso ampliar, la red de carriles bici, el Ayuntamiento ha dado otro paso para facilitar el uso de este tipo de transporte.

Este mes, el Ayuntamiento chiclanero acogió la firma de un convenio para que la parada de autobuses en la céntrica plaza de Andalucía cuente con un servicio de préstamo de bicicletas, una iniciativa que previsiblemente comenzará a ponerse en marcha a principios de octubre. Este acuerdo fue suscrito por el alcalde de Chiclana, Ernesto Marín, la directora gerente del Consorcio de Transportes de la Bahía de Cádiz, Concepción Parra, y el director gerente de la empresa concesionaria del servicio de transporte colectivo urbano, Belizón y Rodríguez, Nicolás Rodríguez.

Esta medida facilitará a los usuarios del transporte público metropolitano la posibilidad de hacer uso de una de estas bicicletas durante un día, acreditando haber viajado en cualquiera de sus modos, interurbano, urbano, marítimo o cercanías de Renfe, mediante la tarjeta de transporte del Consorcio, en el mismo día en que se solicite el préstamo de uno de estos vehículos. En concreto, este convenio de colaboración establece en doce el número inicial de bicicletas puestas a disposición de los usuarios, aunque esta cantidad podría ampliarse en función de la demanda que se registre, durante el año en que estará en vigor este acuerdo.

La red de carriles bici discurre desde el núcleo central hacia las zonas turísticas de La Barrosa y Novo Sancti Petri y los viarios de acceso a estas urbanización. Así, en la urbanización Sancti Petri se contabilizan 6.400 metros, en la avenida de Los Carabineros 5.900, en la carretera de Las Lagunas 1.900, en la carretera del Molino Viejo 2.600, en la carretera de La Barrosa 3.100, en la avenida de La Barrosa (primera y tercera pista) 3.000 y en la carretera de Sancti Petri 2.300 metros. El último tramo de carril bicique se abrió al público fue el que conecta entre la zona centro y el polígono industrial de Pelagatos, un trayecto de tres kilómetros de longitud que se inauguró en enero de 2011 y que el Ayuntamiento pretendía ampliar hasta las carreteras de Las Lagunas para su enlace en bicicleta con la costa chiclanera.

En El Puerto, la red de carriles bici experimentó un notable impulso a partir del año 2007, cuando se trató de adecuar su existencia al Plan de Movilidad y al nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Así, se procedió a la reparación de los trazados que ya existían (en la antigua Nacional IV, desde la glorieta del Parque de Bomberos hasta el Aquasherry y desde el puente de la N-IV hasta Valdelagrana; en Fuentebravía, desde el Edificio Alfa hasta la glorieta de entrada a Fuentebravía y un pequeño tramo en las inmediaciones de Vistahermosa) y a conectarlos entre sí. Con este objetivo se construyeron los carriles bici desde la avenida Menesteo hasta Puerto Sherry, el del Camino de El Juncal o el de Valdelagrana.

El concejal de Mantenimiento Urbano, Damián Bornes, explica que todas estas actuaciones se han llevado a cabo bien con subvenciones de otras administraciones (como en el caso del carril de la avenida Menesteo) a través de actuaciones propias del Ayuntamiento (carril de la Carretera de Sanlúcar o la última conexión de Fuentebravía) o bien a través de las promotoras que han construido viviendas en determinadas zonas y han instalado carriles bicis en estas urbanizaciones.

Asimismo, se han habilitado en muchas zonas aparcamientos para bicicletas, como en los accesos a las playas y en los alrededores de los edificios municipales.

Damián Bornes ha señalado que el Ayuntamiento tiene ya una idea definidade la participación de la bicicleta en la ciudad. Lo que se está intentado ahora es cerrar la red básica del carril bici, de forma que se pueda pasear en bicicleta desde una punta a otra del municipio, para en un fututo plantear una red secundaria.