La avioneta perdida de Álex 'El Gordo'

La memoria 'perdida' de Mimoun sigue deparando fructíferos resultados en la lucha contra el tráfico de drogas. La Guardia Civil pudo al final anteayer tarde localizar la tercera avioneta que sabía que tenía la organización liderada por el búlgaro conocido como Álex El Gordo y el marroquí Mimoun, que recibió un importante golpe en junio, con la operación Azafrán, y el golpe definitivo a finales de noviembre, con la explotación de la operación Pendrive.

Las pesquisas emprendidas para tratar de localizar el aparato, cuya existencia puso al descubierto la ingente documentación almacenada en el pendrive del marroquí, culminaron en la mañana de ayer.

Alrededor de las once y media de la mañana, agentes de la Guardia Civil de Barbate, al cargo de la investigación, procedieron a precintar la aeronave.

Curiosamente, la avioneta no estaba escondida en alguna nave de Medina, como las dos que fueron interceptadas a la red el pasado mes de junio, cuando regresaban de cargar droga en Marruecos. La avioneta perdida estaba en la Sierra, a la vista de todos, en un hangar de un aeródromo privado que la organización alquiló el pasado mes de marzo, y pagando un año por adelantado.

La aeronave, modelo Storm 500 L, de matrícula italiana y color gris metalizado, fue adquirida de segunda mano por el búlgaro, identificado como Nicolaea S. El aparato, en muy buen estado aunque cubierto de polvo, que delata los meses transcurridos en 'seco', fue utilizado para ir a alijar a Marruecos. Ahora, nuevas investigaciones permitirán detectar cuántas veces y cuánto ha cargado el aparato.

El sargento José Antonio, del Área de Investigación de Barbate, que lleva meses siguiendo a la organización, ha terminado conociendo muy bien su modus operandi. Por eso, tanto él como el agente José, los dos que procedieron ayer al precinto, saben que acostumbraban a fletar viajes para traer cargas que oscilaban entre los 100 y los 380 kilos de hachís. Aunque el aparato requisado ayer, como los aprehendidos en junio, soportan unos 400 kilos con carburante y cuatro pasajeros, la red no se la jugaba. A bordo sólo viajaba uno, el piloto, distribuyendo por el resto de los asientos y la cabina la droga.

"Apostaban más por la calidad que por la cantidad", explicó a pie de hangar Manuel Ramírez, el portavoz de la OPC de la Comandancia gaditana. No en vano la red siempre adquiría hachís de la mejor calidad, y en los últimos tiempos ya habían comenzado a dar el salto para empezar a especializarse en alijos de cocaína.

El operativo contra la que ha resultado ser una compleja red de aeronarcos, a la que se le atribuyen 20 millones de euros de beneficio en solo año y medio, no está concluido aún ni mucho menos. Ahora, los agentes e se hallan inmersos en plena investigación patrimonial para tratar de dar con todos los bienes de los miembros o sus familiares obtenidos ilícitamente, blanqueando las ganancias, para proceder a su intervención. Ése es el único modo de dar la puntilla a las organizaciones, apostillan los agentes. Ayer mismo, hubo doblete: además de la avioneta precintada en la Sierra, casi al mismo tiempo, en Almería, se les requisaba un velero.

La existencia de esta red saltó a la luz pública el pasado junio, cuando la Guardia Civil capturó dos alijos en sendas avionetas que habían partido de Medina , para ir a cargar a Marruecos, y que a su vuelta, tras una espectacular persecución fueron interceptadas en la llamada operación Azafrán. Una de ellas, en Granada, y otra, en Ronda, tras un aterrizaje forzoso. Entonces, fueron detenidos uno de los supuestos cabecillas, El Gordo búlgaro, que era el piloto que tomó tierra en Granada, y el jerezano Bartolomé C.P., que fue el que efectuó el aterrizaje de emergencia en suelo malagueño, así como tres porteadores de la droga dejada en tierra, otro búlgaro, un noruego y un marroquí. Todos ellos fueron enviados a prisión.

A finales de noviembre, eran detenidas 11 personas e imputadas otras 22. Entre los detenidos, figuran cinco gaditanos, tres naturales de Jerez, el mismo Bartolomé, en prisión desde junio y cuyo nuevo arresto le fue comunicado ahora entre rejas, su mujer, llamada Sofía, y un tercero identificado como Manuel R.C., y una pareja de El Puerto, llamados Moisés y Nerea. Los restantes son una mujer noruega, de nombre Tatiana, tres búlgaros, dos hombres y una mujer, llamada Vania, novia del encarcelado Álex El Gordo, y un marroquí, el desmemoriado Sulimán, considerado junto al búlgaro cerebro de la más que rentable organización criminal, todos ellos capturados en la Costa del Sol. De estos 11 últimos, han sido enviados a prisión 8, siendo puestas en libertad con cargos tres de las mujeres.

Aunque el caso ha sido llevado por un Juzgado de Chiclana, todo apunta a que finalmente será elevado a la Audiencia Nacional, por haberse registrado actuaciones en distintas provincias.