Dos autobuses trasladarán hasta Cádiz a un centenar de refugiados ucranianos más

Chiclana recibirá en las próximas semanas a más de cien refugiados ucranianos que llegarán en dos autobuses a la localidad. En concreto, serán 109 niños y mujeres que serán acogidas por la provincia de Cádiz gracias a la asociación de Familias Solidarias, que la semana pasada ya trasladó hasta la Bahía a 28 refugiados desde la frontera con Polonia.

De nuevo, han reunido fondos para evacuar a más familias que huyen de la invasión ucrania y el primer autobús, para el que han conseguido toda la financiación necesaria, saldrá el próximo viernes, 31 de marzo. Al igual que en el primer viaje, cinco personas –organizadores, una traductora y un sanitario– llegarán hasta la frontera entre Ucrania y Polonia para recoger a un grupo que huye de la guerra para acompañarlo hasta su nuevo hogar.

En ese viaje está previsto trasladar hasta la Bahía a 45 personas que llegarían a Chiclana el 4 o 5 de abril. Según explican desde esta entidad, si las donaciones siguen a buen ritmo ese mismo día podrán iniciar un tercer viaje de ida y vuelta para trasladar a otras 64 personas.

“Pretendemos traer desde la frontera a unas 200 personas en total”, explica Juan Molina, presidente de esta asociación y organizador de la iniciativa. La Bahía y la provincia se han volcado con esta entidad chiclanera, que cuenta en estos momentos con una base de datos de 72 familias gaditanas dispuestas a acoger a las víctimas de la guerra en su hogar.

Son voluntarios que abren las puertas de sus casas en Chiclana, pero también en el resto de la provincia de Cádiz: Rota, Arcos, la Bahía, Conil, Algeciras… “Cuando lleguemos a la frontera valoraremos los perfiles de las familias ucranianas que vienen para asignarlos a las familias gaditanas que se han ofrecido”, explica Molina.

Estos refugiados se sumarán a los 28 que Chiclana ya recibió la semana pasada en un primer autobús. Muchos de ellos fueron trasladados a otros puntos de la provincia, donde familias gaditanas les acompañan en estas semanas difíciles. Todos se han adaptado “sin ninguna problemática especial”, según explican desde la asociación, pero las familias viven en estas primeras semanas un proceso de “duelo y estrés postraumático” tras haber visto cómo su vida cambiaba radicalmente de un día para otro.

Todos los refugiados viven muy pendientes la evolución de la guerra, ya que sus maridos, padres o hijos se han quedado en el país para defenderlo de la invasión. “Están en shock y tienen la necesidad de saber continuamente si sus familiares están vivos”, recuerda el presidente de la entidad.

La asociación chiclanera gestiona en estos días las solicitudes para que estas personas consigan el permiso de refugiados, la tarjeta sanitaria, las plazas en colegios para los niños, etc. “Es un proceso lento, pero no solo se trata de traerlos en autobús, es muy importante su adaptación”, plantea el presidente de la asociación.