Las aprehensiones de tabaco, en máximos históricos

Raro es el día en que los medios de comunicación del Campo de Gibraltar no dan cuenta de la aprehensión de drogas o tabaco de contrabando. En pequeñas intervenciones o con grandes alijos, el goteo de la actividad delictiva supone también una constante actividad para la Guardia Civil, encargada de la vigilancia de las costas, la principal vía de entrada de las mercancías ilícitas.

Las intervenciones de contrabando de tabaco se encuentran en máximos históricos, según los datos computados por la Comandancia de Algeciras, con 3,2 millones de cajetillas en 2016. Y subiendo.

El ritmo de las aprehensiones de hachís también se ha incrementado como consecuencia de la mayor actividad de las redes del narcotráfico.

La prueba se encuentra en que la droga intervenida en lo que va de año (hachís y cocaína) supera ampliamente las 55 toneladas incautadas en 2016. Entre enero y mayo, la Comandancia suma 62 toneladas de estupefacientes (61 de hachís y una de cocaína) como reflejo de la mayor intensidad de los desembarcos.

Desde el año 2001, la Guardia Civil ha practicado 11.655 detenciones por contrabando y tráfico de drogas (5.473 españoles y 6.182 extranjeros); se han intervenido 3.781 vehículos y 452 embarcaciones empleadas por las redes para alijar la mercancía.

La Policía Nacional, las policías locales y la Agencia Tributaria completan el plantel de la lucha contra los ilícitos. En La Línea, la Agencia Tributaria se incautó durante el año pasado de 391.000 cajetillas de tabaco de contrabando procedentes de Gibraltar, si bien esta mercancía se distribuye con suma velocidad a las localidades cercanas alcanzando casi cualquier punto de la geografía andaluza hasta alcanzar otros 5,2 millones de cajetillas intervenidas en total el año pasado.

El ritmo de las aprehensiones en la Aduana que separa La Línea de Gibraltar ha descendido, lo que supone una deriva de la mercancía del circuito legal hacia las costas. Las aprehensiones de tabaco fuera del recinto aduanero suponían el 46% de las intervenciones entre septiembre de 2015 a marzo de 2016. Un año más tarde, la cuota supone ya el 72%, lo que obliga a multiplicar los esfuerzos policiales.