Estabilidad casi generalizada en los gobiernos municipales y mucha penuria económica. Estas son las señas de identidad en la práctica totalidad de los 44 ayuntamientos de la provincia que ayer atravesaron el paso del ecuador del actual mandato corporativo. Han pasado dos años desde las últimas elecciones municipales y quedan por delante otros dos hasta que llegue la reválida en las urnas. Tanto en el tiempo transcurrido como en lo que queda por delante la preocupación principal de los municipalistas gaditanos es encontrar la fórmula mágica que les permita afrontar sin tantos agobios las muchas deudas pendientes y, también, intentar combatir la lacra de un desempleo que parece no tener freno.

A diferencia de lo que era habitual en la provincia en mandatos corporativos anteriores, en el actual no se ha registrado aún ni una sola moción de censura en los ayuntamientos gaditanos. Es más, en el horizonte más cercano ni siquiera se atisba alguna opción de forzar -o de intentar al menos- un relevo de siglas en las alcaldías de la provincia.

Bien al contrario, muchos de los alcaldes que fueron investidos el 11 de junio de 2011 con mayoría simple han conseguido afianzar sus gobiernos a través de pactos con grupos de la oposición. Lo hicieron al poco tiempo los regidores de San Fernando (con un pacto con el PA) y Rota (revalidando su alianza de hace ya una década con Roteños Unidos); más tarde siguieron el mismo camino los de Chiclana (con un controvertido pacto con el PVRE) y La Línea (aliándose con el PA); y, por último, dio este mismo paso la máxima autoridad municipal de Los Barrios, Jorge Romero (PA), que alcanzó la estabilidad gracias al acuerdo de gobierno sellado en noviembre del año pasado con el PP que lidera David Gil.

El de Los Barrios es hasta la fecha el último acuerdo de gobierno formalizado en la provincia, aunque no hay que olvidar que el pasado enero el alcalde de Tarifa, Juan Andrés Gil (PP), afianzaba aún más la estabilidad de su gobierno -en el que ya estaban los dos concejales del PA- al incluir en el mismo a los dos ediles del partido independiente ULT.

Así las cosas, el número de alcaldes que gobiernan actualmente en minoría se ha visto reducido a 11. En esta situación están tres regidores del PP (los de Chipiona, Ubrique y Jimena), otros tres del PSOE (el de Bornos y las alcaldesas de Grazalema y El Gastor) , cuatro de IU (Conil, Olvera, Puerto Serrano y Castellar), y el regidor andalucista de Villamartín, Juan Luis Morales.

En esta relación de alcaldes que están en cierto modo en manos de la oposición hay que incluir a otros dos regidores del PP que han visto cómo las divisiones internas en sus filas les han hecho perder la mayoría absoluta. Esa situación se registra en Alcalá de los Gazules y en El Bosque. En la localidad alcalaína, fortín del socialismo gaditano que era inexpugnable hasta hace dos años, el polémico pacto de gobierno que cerraron en 2011 el PP de Julio Toscano y los ediles de IU liderados por Juan Carlos Fernández Luna se ha mantenido y se mantiene aún muy estable. Sin embargo, la decisión de una concejala del PP de abandonar este partido e integrarse en el grupo mixto hizo que el gobierno municipal perdiera la mayoría absoluta que rozó en las urnas el PSOE.

Más llamativo es el caso de El Bosque donde el PP, que ganó las elecciones hace dos años, se ha quedado con un solo representante en la persona de la alcaldesa, Inmaculada Gil. Su decisión de destituir al delegado municipal de Urbanismo por, supuestamente, tomar decisiones a espaldas de la regidora, hizo que este edil y otros dos integrantes del Grupo Popular abandonaran estas siglas, integrándose como concejales no adscritos. Los tres se han constituido en un foro denominado Unidos por El Bosque que fácilmente podría desembocar en un nuevo partido político que concurriría a los comicios locales de la primavera de 2015. Así las cosas, el Ayuntamiento de El Bosque queda actualmente en una situación muy extraña donde el desgobierno está a la hora del día ya que al mando se encuentran exclusivamente la alcaldesa del PP y sus dos socios de gobierno del PA mientras que en la oposición se reúnen hasta ocho ediles.

Tanto en El Bosque como en Alcalá de los Gazules la opción de una hipotética moción de censura parece muy lejana debido a que el PSOE sigue repitiendo que en ninguno de los dos casos gobernará con tránsfugas.

En esta relación de renuncias de concejales del PP hay que añadir igualmente a un edil de La Línea que, disconforme con su partido, se integró como no adscrito, aunque sin devolver el acta a la formación con la que concurrió a las últimas municipales. Esta decisión ha permitido dar algo más de oxígeno a la alcaldesa de La Línea, Gemma Araujo (PSOE), que sigue gobernando en minoría pese a su pacto de gobierno con los dos concejales del PA.

Otro de los aspectos llamativos del presente mandato corporativo 2011-2015 en los ayuntamientos gaditanos ha sido la renuncia al cargo formalizada por hasta cinco alcaldes. El último caso, y quizás el más inesperado, fue la dimisión voluntaria que presentó a finales del año pasado el regidor de Olvera, Fernando Fernández (IU), que optó por dejar la política para centrarse de lleno en su profesión docente. Desde enero el nuevo alcalde de la localidad serrana es José Luis del Río, también de IU.

Esta formación de izquierdas también vio como hace ahora un año Antonio Roldán dejaba la Alcaldía de Conil y Manuel Cárdenas la de Trebujena tras sus nombramientos para cargos diferentes en el organigrama de la Junta de Andalucía. Sus sucesores fueron, respectivamente, Juan Bermúdez y Jorge Rodríguez.

Lo mismo pasó en la Alcaldía de Algodonales, donde el socialista Antonio Acuña renunció al cargo tras su designación como delegado territorial de la Junta, siendo relevado por su hermano Antonio. Esta nómina de alcaldes dimisionarios fue inaugurada en noviembre de 2011 en Benalup-Casas Viejas, donde Francisco González Cabaña cedió el puesto a Amalia Romero tras ser obligado a ello por la dirección de su partido como condición para poder formar parte de la lista al Congreso de los Diputados con la que el PSOE de Cádiz concurrió a las generales de ese año.

De cara al futuro existe la posibilidad real de que el veterano alcalde de Puerto Serrano, Pero Ruiz Peralta (IU), se vea obligado a dejar el cargo si la Audiencia Provincial termina ratificando la sentencia que en primera instancia le inhabilita para el cargo tras ser condenado por un delito de prevaricación urbanística.

Pero este mandato viene marcado por una crisis económica bestial que ha conllevado, por ejemplo, que la cifra de parados en la provincia no sólo no haya disminuido sino que incluso se haya visto incrementado en más de 12.300 personas en el último año. Ello ha obligado a todos los ayuntamientos, que ingresan mucho menos por impuestos de todo tipo, a tener que redoblar sus esfuerzos para combatir el desempleo, buscar dinero de donde sea para pagar las nóminas de sus plantillas municipales, incrementar sus partidas para servicios sociales y, por consiguiente, frenar muchos de los proyectos urbanísticos que tenían en cartera.

En paralelo, las miradas de nuestros munícipes -de todos los colores- siguen puestas en las políticas económicas que viene aplicando el Gobierno de Rajoy. Porque si la crisis fue un elemento clave para que el PSOE saliera derrotado claramente en las urnas en las municipales de 2011 -este partido perdió más de 60.000 votos en la provincia en esos comicios- no son pocos los que piensan que dentro de un par de años se puede producir un efecto boomerang que puede resquebrajar algo o mucho la supremacía obtenida por el PP en esta circunscripción en las tres últimas citas electorales.

Coincidiendo con los dos años de las últimas elecciones municipales, el PA decidió abrir el pasado martes la espita de la proclamación de candidatos a alcaldes de cara a 2015. Así, el veterano Hermenegildo González -concejal durante muchos mandatos de Patricio González y ex diputado provincial- fue presentado como cabeza de lista del PA de Algeciras. El resto de partidos, sin embargo, parece que se tomará este proceso preelectoral con más calma. De momento, tanto el PP como el PSOE parecen haber copiado sus estrategias en la provincia y es poco probable que presenten a algún candidato antes de, como mínimo, el próximo septiembre.

En este contexto, y partiendo de la base de que ninguno de los 44 regidores actuales ha anunciado que no se presentará a la reelección, las incógnitas en las filas populares en lo que a las ciudades grandes de la provincia se refiere se centran sobe todo en quiénes serán sus candidatos en localidades como El Puerto, La Línea o Sanlúcar.

En lo referente al PSOE, se da por hecho que habrá estreno de candidatos a alcaldes en ciudades tan importantes como Cádiz, Jerez, Algeciras, El Puerto, Puerto Real y puede también que en San Fernando. Mención aparte merece el caso de Chiclana, donde se vislumbran unas primarias tremendamente disputadas.