Las almadrabas critican el retraso del permiso para el engorde del atún
Los empresarios lamentan la falta de apoyo y respuestas por parte del Gobierno, que ha derivado la cuestión a Bruselas
La Organización de Productores Pesqueros de Almadraba OPP-51 ha lamentado que, pese a la "previsión e insistencia" del sector, el Gobierno no haya agilizado los trámites necesarios para que las almadrabas de Zahara, Tarifa y Conil puedan engordar atunes, tal y como están solicitando desde enero. La OPP-51 recordó que los empresarios han hecho una importante inversión "sin recibir ningún tipo de ayuda" y, sin embargo, "siguen esperando" una respuesta con la campaña ya iniciada.
La directora gerente de entidad, Marta Crespo, explicó que el objetivo de esta iniciativa, que ya se hizo "con éxito" el año pasado en la almadraba de Barbate, es mejorar la rentabilidad de las capturas al aumentar su tamaño, ya que los túnidos serían alimentados en jaulas de engorde anexas a la almadraba. Al aumentar su peso también se incrementa su valor en el mercado, estrategia que dotaría al sector de una herramienta para compensar la cuota "insignificante" -657 toneladas para las cuatro almadrabas gaditanas- que resulta de un "injusto" reparto de las mismas y que pone "trabas" a la supervivencia del sector, según la opinión de los almadraberos.
La OPP-51 ha solicitado a la Secretaría General del Mar del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente autorización para engordar hasta un máximo de 300 toneladas. La organización ha tenido que insistir al Ejecutivo, puesto que el Gobierno dio su visto bueno aunque lo condicionó a la aprobación por parte de la Comisión Europea y de la inscripción de las nuevas jaulas de engorde en el registro de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT).
Los almadraberos opinan que el Gobierno tendría que haber apresurado los trámites en lo posible, "máxime cuando se conoce de antemano la fecha de inicio de la campaña almadrabera". "Se está demorando la presentación del proyecto a la Junta de Andalucía, que, al tener las competencias en la materia, tendría que dar a las almadrabas el último permiso de granja acuícola", recuerda Crespo.
Estas granjas son habituales en el Mediterráneo y cuentan con un precedente el año pasado en la almadraba barbateña. Por eso Crespo reprocha a la Administración "cierta dejación" que les deja "prácticamente fuera de juego en esta campaña a los empresarios". "Se ha invertido dinero e ilusión en una nueva actividad que, además, permitiría generar empleo". A esto, la OPP-51 añade que el método "no es dañino para la especie", ya que la almadraba pesca lo mismo y lo que hace es demorar un poco la captura de algunos ejemplares para que aumenten de peso.
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