El hasta ahora alcalde de San José del Valle, Pedro García Cabeza (PSOE), ha optado por tirar la toalla y presentar su dimisión del cargo, poniendo así en bandeja al Partido Popular (PP) la Alcaldía de esta localidad jandeña.

La renuncia del alcalde vallense, formalizada por escrito la tarde del lunes pero que no trascendió hasta ayer, viene motivada, según sus propias palabras, por la imposibilidad de garantizar la gobernabilidad de este municipio tras la ruptura, hace ahora dos meses, del pacto que el PSOE firmó con el partido independiente Unión Vallense (UVA) tras las elecciones municipales celebradas en mayo del año pasado.

A partir de ahora, y de acuerdo con la legislación electoral vigente, el Ayuntamiento de San José del Valle celebrará un pleno en la mañana del próximo lunes día 30 en el que Pedro García dará cuenta de su renuncia al resto de los miembros de la Corporación. Cuatro días más tarde, el viernes 4 de julio, tendrá lugar otro pleno extraordinario en el que se procederá a la elección del nuevo regidor. Este será el primer relevo de alcalde que vivirá la provincia en el presente mandato corporativo.

En el segundo pleno, el del día 4, cada uno de los tres grupos políticos con representación municipal presentará, si lo estima oportuno, a un candidato a la Alcaldía. De momento el PSOE no ha decidido aún si presentará o no un aspirante, algo que sí harán el grupo del PP, que propondrá a Antonio García, y el de la UVA, que hará lo propio con Salvador Pérez. La suma de los votos determinará quién será la máxima autoridad municipal de San José del Valle. Si la lógica se impone, el PP, que tiene cinco concejales, ganará esta votación por delante del PSOE y de la UVA, que cuentan con sólo tres representantes cada uno en el salón de plenos.

De esta manera, Antonio García Ortega (PP) recuperará una Alcaldía que ya ostentó entre 1999 y 2003, cuando gobernó este municipio en coalición con el Partido Andalucista (PA). De 2003 a 2007 fue el socialista Juan García Gutiérrez la máxima autoridad municipal, aunque hace ahora un año se vio obligado a renunciar a su reelección tras aceptar su partido, el PSOE, las exigencias de la UVA de que Juan García abandonara la vida municipal como condición indispensable para cerrar el pacto de gobierno.

Ese acuerdo entre socialistas e independientes, rubricado en junio de 2007, jamás gozó de un buen estado de salud por las diferencias continuas entre los socios. La negativa de los ediles de la UVA a respaldar las ordenanzas municipales y el presupuesto elaborado por el PSOE para este año, unido a la convocatoria de un pleno extraordinario solicitado al alimón entre los independientes y el PP para quitarle competencias a la comisión de gobierno, acabó con la paciencia del alcalde socialista, que en marzo, siempre de acuerdo con la ejecutiva provincial socialista, firmó los decretos de cese de los tres concejales de la Unión Vallense.

Ante el desgobierno creciente del pueblo, la UVA analizó en diferentes asambleas la conveniencia o no de presentar una moción de censura con el PP, un partido con el que los independientes habían prometido hasta la saciedad durante la campaña electoral que jamás gobernarían. La decisión salomónica e inédita que adoptó la UVA fue sondear esta posibilidad entre la población mediante reuniones por las diferentes barriadas del Valle. Estas asambleas, curiosamente, concluirán en el día de hoy.

Ahora, y tras la decisión adoptada por el alcalde socialista, la Unión Vallense se ha quedado fuera de juego, entre otras cosas porque el que está llamado a convertirse en nuevo alcalde, Antonio García, anunciaba ayer que, pese a que su partido, el PP, está abierto al diálogo con todas las formaciones, su idea inicial es intentar gobernar en minoría.

Pedro García (PSOE) responsabilizaba ayer exclusivamente a la UVA de la actual situación de desgobierno, acusando a sus ex socios de querer desgastar a los socialistas tanto desde dentro como desde fuera del gobierno.