Los acusados del caso Ricardi hablan solo al final del juicio para decir que son inocentes

J.B. y F.P., los dos jerezanos del caso Ricardi procesados por diez violaciones cometidas entre 1995 y 2000 en varios municipios de la Bahía, hablaron ayer al fin. Fue al término del juicio que se ha celebrado en la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial desde el pasado lunes a puerta cerrada. Ambos, que al inicio de la vista se acogieron a su derecho a no declarar y no respondieron a las preguntas que pretendían hacerles el fiscal y los dos abogados que representan a algunas de las víctimas, hicieron uso ayer de su turno de palabra para negar las acusaciones. Uno dijo que es inocente. El otro, que él no había tenido nada que ver con las agresiones sexuales denunciadas. El fiscal, por su parte, mantuvo su petición inicial: 283 años de prisión para F.P. Y 191 años para J.B. Las defensas de ambos, por su parte, reclamaron la absolución.

Quedaba de este modo vista para sentencia una controvertida vista en la que el tribunal ha silenciado el gravísimo error judicial cometido con el portuense Rafael Ricardi, encarcelado casi 13 años por una violación que supuestamente, habrían cometido los dos jerezanos en agosto de 1995. El tribunal rechazó la demanda de que Ricardi declarara como testigo, como solicitaron algunas de las partes, así como que las defensas pudieran preguntar a los policías que llevaron la investigación sobre los motivos que les llevaron a arrestar al portuense. Con ello, la Audiencia ha cerrado por completo la posibilidad de intentar poner en claro por qué se cometió el grave error judicial y sobre todo, por qué se mantuvo hasta 2008 pese a que en el año 2000 ya había indicios importantes de la inocencia de Ricardi.