Primero de Mayo

Vox convierte su manifestación obrera de Cádiz en un acto electoral

  • Alrededor de 300 personas secundan la marcha nacional convocada por su sindicato Solidaridad

  • La presencia de la candidata andaluza Macarena Olona condiciona los discursos

  • Santiago Abascal vuelve a reclamar elecciones generales anticipadas

Santiago Abascal durante su intervención de hoy en la plaza de Sevilla.

Santiago Abascal durante su intervención de hoy en la plaza de Sevilla. / Jesús Marín

Alrededor de 300 personas han secundado esta mañana en Cádiz la manifestación de carácter nacional convocada por el sindicato Solidaridad y el partido al que pertenece, Vox, con motivo de la celebración del Primero de Mayo, día del trabajo y de la clase obrera. De traca en traca, que hasta cuatro se hicieron estallar durante el recorrido, la marcha transcurrió con buen ritmo desde la rotonda del parque de Bomberos hasta la plaza de Sevilla. Ante el edificio de la Aduana se colocó un camión cuya plataforma sirvió de escenario para los dos discursos anunciados: el de Santiago Abascal, presidente de Vox, y el de Rodrigo Alonso, secretario general de Solidaridad. A ellos se unió el de Macarena Olona, una asistencia no comunicada oficialmente por el partido pero que se intuía desde que esta semana fue designada candidata a la Junta de Andalucía. Su presencia condicionó sin duda un acto que se fue convirtiendo con el paso de los minutos en algo más parecido a un mitin electoral.

A las doce y un minuto se incorporó a la cabeza la manifestación Santiago Abascal. Junto a Macarena Olona, que pronto arrancó los primeros gritos de ¡presidenta!, la comitiva de unas 300 personas (que la Policía Nacional cifró generosamente en 750) marchó de espaldas al sol por la avenida de Astilleros portando banderas de España, verdes del sindicato, globos y lanzando consignas contra UGT y Comisiones Obreras. Durante su recorrido pudieron comprobar cómo la tapia de los Astilleros estaba repleta de pintadas contra Vox y su líder (unos carteles contra Abascal estaban tirados en el suelo tras ser arrancados de la pared): "Vox non grato" era la pintada más sutil.

Con rapidez y con varias tracas valencianas que explotaron con estrépito y jolgorio durante la marcha, los simpatizantes del partido que acudieron a esta convocatoria desde diversos puntos de Andalucía y de España se concentraron entre la Casa del Mar y la Aduana para seguir enfervorecidos y aplaudiendo cada frase y cada inflexión de  de voz y de Vox de los tres líderes elegidos para protagonizar los discursos.

Rodrigo Alonso, que comenzó su intervención de 21 minutos con referencias negativas hacia Kichi y Teresa Rodríguez, basó sus argumentos en un ataque constante a los "corruptos" UGT y Comisiones, a los que acusó de hacer un sindicalismo "casposo y rancio" y de aprovecharse de las ayudas públicas. Alonso, también parlamentario andaluz por Almería, justificó la convocatoria de la manifestación en Cádiz en el altísimo índice de paro de la provincia y en su continua desindustrialización.

Apenas seis minutos ha durado la intervención de Macarena Olona. También con ataques a los sindicatos y recordando que la última huelga general en España se convocó hace nueve años, la diputada viró pronto sus palabras hacia su recién estrenada candidatura a la Junta de Andalucía y aseguró que ella será "la candidata del pueblo" y no de las élites, en una intervención que alcanzó el lógico y habitual tono mitinero final con los también típicos gritos de sus seguidores que la aupaban como presidenta.

Cambio de género instantáneo y gritos de ¡presidente! en cuanto Santiago Abascal pisó el escenario y se situó tras el atril. Su intervención se centró, fundamentalmente, en criticar y atacar al Gobierno de Pedro Sánchez y sus políticas sociales y "comunistas". Al ejecutivo acusó de situarse en posición de "traición y genuflexión ante los enemigos de España", arremetió también contra los sindicatos de clase, a los que tildó de 'fake', e hizo un llamamiento a convertir la "mayoría social" contra el Gobierno en "mayoría política".

El final de su intervención fue para Andalucía y para la candidata Olona, habida cuenta de la cercanía de la cita electoral y del ambiente de precampaña en el que se encuentran todos los partidos políticos. Dijo Abascal que Andalucía es "una oportunidad" y que había que "expulsar a las políticas de izquierdas" de San Telmo, al entender que la presencia del PP en el gobierno andaluz, con su apoyo parlamentario por cierto, no ha traído un cambio político.

Convencido de que Macarena Olona ganará en Andalucía -incluso vaticinó que la izquierda votará por ella-, aprovechó para reclamar de nuevo elecciones generales anticipadas para "reconquistarlo y reconstruir todo" y finalizó con el tono electoral que a los andaluces nos queda de aquí al 19 de junio: "Que nadie piense que nuestros votos serán gratis para el PP. El que quiera que sean gratis que vote al PP".

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