La nueva junta rectora de la cooperativa vitivinícola Virgen de la Caridad denunció ayer públicamente que en noviembre Nueva Rumasa dejó de "cumplir sus pagos" a esta entidad por la compra de su bodega filial Caydsa.

El equipo elegido el 27 de diciembre con una candidatura encabezada por Juan Juez criticó que la junta rectora anterior "hizo una gestión que ahora está dando la cara, al haber apostado por la venta de Caydsa a Nueva Rumasa sin tomar las debidas garantías ante posibles impagos y, desgraciadamente, los impagos ya han llegado". La operación acordada consiste en el abono de 12 millones de euros en diez años "sin intereses", a razón de "unos 25.000 euros semanales". Según explicó a media tarde la junta entrante en rueda de prensa, el grupo empresarial de la familia Ruiz-Mateos pagó "con regularidad" los primeros plazos entre mayo y octubre de 2010. "Luego renovó todos los pagos que vencían desde el 7 de noviembre de 2010 hasta el 16 de enero de 2011 por otros pagarés que empezarían a vencer a partir del 25 de febrero", precisó el equipo presidido por Juez antes de añadir que Nueva Rumasa "nos planteó, por otro lado, la renovación de los pagarés que vencían desde el 23 de enero hasta junio de este año, posponiéndolos todos para cuando vencieran los últimos pagarés allá por el año 2020". Así las cosas, la cooperativa "no ha cobrado nada" desde la fecha indicada de noviembre.

La nueva junta rectora lamentó que "se vendió la bodega Caydsa para sanear nuestras cuentas y ahora estamos sin bodega, sin dinero, con impagados en los bancos y 700 socios hartos, desilusionados y abocados al desastre". De este modo, expresaba su malestar ante lo que considera una "situación dramática" de "ruina".

La deuda vencida y no atendida asciende a casi 810.000 euros, en tanto que el débito no vencido supera los 890.000 euros. Las cifras difundidas por la cooperativa incluyen pagarés correspondientes a las cosechas de 2007 y 2009.