Tren y catamarán recorren caminos bien distintos

Mientras el servicio regular de autobús se atasca en Cádiz, el catamarán de la Bahía y el ferrocarril de corta y media distancia recorren caminos de prosperidad. Las dos líneas marítimas que unen Cádiz con El Puerto y Rota viven un oasis de crecimiento en medio de la crisis. Durante el verano, la época de mayor tráfico del año, 144.129 personas optaron por este nuevo medio de transporte para desplazarse por la Bahía. Son un 5,9% más que el año pasado (136.088), un aumento que refleja la consolidación del catamarán especialmente en la conexión con El Puerto, que acapara entre el 75% y el 80% de los usuarios.

El Consorcio de Transportes no puede definir con claridad el perfil del viajero, pero sí tiene constancia de que un 36,5% de ellos viaja por motivos de turismo, ocio o compras. Este uso está favorecido por la gratuidad del parking de El Puerto y por el menor coste que propicia el trasbordo con el autobús urbano. De hecho, tienen constancia de que viajeros frecuentes que disponen de la tarjeta (frente al billete sencillo) recurren al catamarán no sólo por motivos rutinarios de trabajo o estudio, sino también durante su tiempo libre.

Este auge en el servicio ha tenido un efecto negativo precisamente durante el verano. Los retrasos son constantes en algunas horas, no precisamente las punta, sino en las denominadas valle por la llegada de turistas fuera de los horarios de mayor concentración habitual durante el resto del año.

Al igual que en el catamarán, Renfe también se ha vivido un estío intenso en Cádiz, pero en este caso debido a la renovación de gran parte de la flota: en junio se incorporó el tren de alta velocidad Alvia para la conexión con Madrid y este mes de septiembre se ha culminado la sustitución de todos los trenes de la línea de Sevilla por los modernos S-449 que permiten incrementar la oferta diaria en 1.000 plazas. Además, la Bahía cuenta desde 2008 con los modernos Civia en el ámbito de Cercanías.

Estas mejoras en el catamarán y en el ferrocarril son, sin duda, una competencia directa con el autobús y, en el caso gaditano, uno de los factores que ha precipitado la caída de usuarios y la pérdida de rentabilidad de los servicios regulares.