Medio Ambiente

Trafalgar emerge como insignia de sostenibilidad

  • El proyecto ‘Mar de Gades’ ha apuntalado la histórica demanda del sector pesquero de crear una reserva marina en el litoral gaditano

Atardecer en el faro de Trafalgar desde la playa de Caños de Meca.

Atardecer en el faro de Trafalgar desde la playa de Caños de Meca. / MAP

Testigo de batallas y de la voracidad humana, el faro de Trafalgar emerge hoy como insignia de sostenibilidad y su luz guarece ambiciosos proyectos de conservación para asegurar la compatibilidad de los recursos naturales y las tradiciones pesqueras sobre las que se sustenta la economía local.

Hacia tierra, el faro alumbra los proyectos de restauración ambiental que han permitido la recuperación de especies que estuvieron al borde de la extinción, como el enebro costero.

Hacia el mar, el faro contempla cómo avanza la iniciativa para crear una reserva marina de interés pesquero que cubriría casi 70.000 hectáreas entre el Cabo de Trafalgar y el islote de Sancti Petri, en la que trabajan administraciones públicas, científicos del Instituto Español de Oceanografía y del Departamento de Antropología Social de la Universidad de Sevilla, el sector pesquero y organizaciones conservacionistas.

El proyecto ‘Mar de Gades’, financiado por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica, ha apuntalado la histórica demanda del sector pesquero de crear una reserva marina que asegure la sostenibilidad de los recursos de esta zona, una de las de mayor productividad de España.

Pero además de la productividad de sus caladeros, esa gran área marina cobija una vasta biodiversidad, una de las más importantes del mundo, por ser una zona de transición entre el Mediterráneo y el Atlántico y por lo tanto el límite geográfico de distribución natural de algunas joyas marinas, como el coral anaranjado.

Vista panorámica del faro del Trafalgar Vista panorámica del faro del Trafalgar

Vista panorámica del faro del Trafalgar / MAP

Y ‘Mar de Gades’ pretende asegurar su conservación, y para ello apuesta por la ampliación y la conexión de los diferentes espacios marinos que ya están incluidos en la red europea Natura 2000: la Breña y las Marismas de Barbate, la Punta de Trafalgar y los fondos marinos de la Bahía de Cádiz.

El faro de Trafalgar contempla cómo progresan esos proyectos, y sus protagonistas coinciden en que “nada” sería posible sin la implicación que ha demostrado el sector pesquero, que ha puesto en marcha vanguardistas estrategias de producción y comercialización (bridas identificativas y códigos QR) para identificar cada uno de los ejemplares capturados y su trazabilidad.

Jorge Sáez, representante de WWF España y responsable del proyecto ‘Mar de Gades’, ha subrayado que durante los trabajos ya realizados se han identificado hasta 80 especies de interés comunitario que la Red Natura 2000 recomienda proteger, 12 de ellas en peligro de extinción.

En declaraciones a Efe, Sáez ha aplaudido las medidas de autoregulación que los pescadores de la zona se han impuesto desde hace décadas, y ha subrayado que son ellos los más conscientes de que la productividad de los caladeros depende de la calidad de los hábitats donde moran las especies con interés comercial.

El saber ancestral de los pescadores se ha completado con el conocimiento científico y antropológico del Instituto Español de Oceanografía y de la Universidad de Sevilla, que han sellado el filtro académico necesario para culminar la declaración de la Reserva Marina de Interés Pesquero (que deberá aprobar el Gobierno en Consejo de Ministros) y la ampliación de la Red Natura 2000.

En el mismo sentido, el secretario general de la Cofradía de Pescadores de Conil, Nicolás Fernández, ha enfatizado que la “sostenibilidad” es la premisa sobre la que sustenta todo el trabajo del sector y la apuesta decidida y firme de éste de ampliar la red Natura 2000.

“Cuando entiendes que la sostenibilidad económica y social de un sector está íntimamente ligada a la sostenibilidad medioambiental, ya no hay más remedio que utilizar todas las herramientas y estrategias” para proteger el medio marino y asegurar que “todas” las actividades (las productivas y también las recreativas) se realizan de una forma respetuosa.

Con ese objetivo fundamental se puso en marca el proyecto ‘Mar de Gades’, enmarcado en el programa ‘Pleamar’ de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica, una iniciativa para potenciar la economía azul, proteger la amplia biodiversidad marina, reducir las basuras en el mar y las capturas accesorias y fortalecer la colaboración de la ciencia y el sector pesquero.

Desde su atalaya, el faro de Trafalgar ha contemplado ese esfuerzo y aguarda ya la Declaración de la Reserva Marina de Interés Pesquero y la ampliación de la red Natura 2000 para satisfacer así la vieja demanda de científicos, pescadores y conservacionistas de esta zona.

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