Sólo el 35% del profesorado de la UCA es femenino
Los recortes en las tasas de reposición han frenado la promoción de las profesionales
El mito del techo de cristal sigue vivo en la Universidad. Sólo el 16% de las cátedras de la UCA pertenecen a mujeres. De los 130 catedráticos que hay en la UCA, sólo 21 son mujeres y, aunque es cierto que hay una gran mayoría masculina entre profesores titulares , la cosa cambia en el resgistro de docentes contratados a tiempo completo, lo que muestra un cambio de tendencia en la comunidad universitaria gaditana. En concreto en el apartado de profesores contratados doctores las mujeres ya suponen el 53% de los 116. Sin embargo, el dato global es elocuente. De los 1.108 profesores en los distintos apartados que tiene la UCA -casi un centenar menos que hace cinco años-, sólo un 35% son mujeres.
Cuanto mayor sea el rango académico del puesto o mayor la responsabilidad de investigación, menos mujeres hay. Hay que contar con que el desarrollo del currículum y el periodo de mayor producción científica suele coincidir, en el caso de las mujeres, con la maternidad. Esto se puede ver igualmente en lo que se refiere al personal de administración por escalas. En la escala superior sólo hay un 36% de mujeres, en el escalón siguiente ya llegan al 49%, en el tercer escalón son ya mayoría y alcanzan el 57% y en el más bajo de todos nos encontramos con un 69% de mujeres.
La aplicación de un sistema de acreditación previo para optar a una plaza de catedrático universitario ha contribuido estos años al incremento de las mujeres catedráticas. La Universidad Hispalense, ante esta situación que es común a casi todas las universidades españolas, ha creado una unidad para la Igualdad, como también la tiene la UCA, que dirige Rosa Casado, que opina que "el colectivo femenino sale ganando cuando más objetivo y menos endogámico sea el proceso de selección de catedráticos. Con el actual sistema de acreditación, todos los profesionales presentan sus méritos en igualdad de condiciones".
Pese a este horizonte positivo, aspectos como la tasa de reposición del 0% y del 10% hasta 2014 y del 50% en 2015, que impedía a los entes públicos reponer a su personal al 100%, han mermado la incorporación de la mujer en los puestos más altos. "Posiblemente ahora haya más mujeres acreditadas para ser catedráticas que hombres, el problema es que no se convocan plazas. Creo que los verdaderos cambios se verán más adelante, cuando salgamos definitivamente de la crisis", opinan desde este observatorio.
La Universidad de Cádiz también realizó en su día un Plan de Igualdad que data del año 2011. La crisis ha impedido en buena medida que sus conclusiones se hayan materializado en hechos. En este Plan se propiciaban medidas de discriminación positiva, de modo que se decía que "a igualdad de mérito y capacidad, de entre las diversas candidaturas, serán seleccionadas para ocupar el puesto de trabajo ofertado, las personas pertenecientes al sexo menos representado en el nivel o puesto de trabajo del que se trate".
Ya en aquel análisis se hacían algunas consideraciones sobre la falta de paridad. Por ejemplo, en cuanto a salarios se decía que "los complementos retributivos son percibidos mayoritariamente por hombres. Las mujeres son claramente menos antiguas ya que los trienios se perciben por el mero transcurso del tiempo, lo que puede incidir claramente en la acumulación de periodos necesarios para percibir los otros tipos de complementos".
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