Provincia de Cádiz

Piden cárcel para la acusada de conducir drogada y matar a una madre y su hija

  • El accidente ocurrió en la A-7 cuando la procesada se incorporó a la autovía en sentido contrario

La Fiscalía pide cinco años y medio de cárcel para la mujer acusada de matar a una madre y a su hija mientras conducía drogada, bebida y en sentido contrario por la A-7 a la altura de Sotogrande. La procesada, que se encuentra en prisión preventiva por riesgo de fuga desde el día de los hechos, se sentará en el banquillo como supuesta autora de varios delitos: uno de conducción temeraria; dos de homicidio por imprudencia grave; de resistencia a los agentes de la autoridad; y otro de negativa a someterse a las pruebas de detección de la tasa de alcohol.

El fiscal expone en su escrito de calificación que el día 13 de noviembre de 2014 la acusada, de origen australiano, se puso al volante de su vehículo de alta gama "tras haber consumido bebidas alcohólicas y cocaína que le afectaban negativamente a sus facultades psicofísicas".

La mujer se incorporó a la autopista A-7 en sentido contrario por el carril de deceleración, "desatendiendo las más elementales normas de tráfico y la correspondiente señalización vial".

Ya en la autovía la procesada comenzó a circular en sentido Tarragona por el carril derecho cuando éste estaba reservado para la circulación en sentido Algeciras. El tramo era ligeramente curvo hacia la izquierda, con calzada de dos carriles (de 3,60 metros de anchura cada uno) y en buen estado de conservación.

Cuando la acusada conducía a una velocidad aproximada de 140 kilómetros por hora, colisionó frontalmente contra un turismo que circulaba en sentido correcto y en el que viajaban una hija (como piloto) y su madre. La joven conductora se vio sorprendida y no pudo realizar ninguna maniobra evasiva por la invasión del carril por parte del vehículo alta gama de la acusada.

A consecuencia del violento choque -apunta el fiscal- la joven murió por un shock traumático e hipovolémico con hemotórax bilateral. La madre, que la acompañaba en el asiento delantero, también resultó fallecida a causa de un shock traumático.

Minutos más tardes agentes de la Guardia Civil se personaron en el lugar del accidente y observaron que la acusada presentaba síntomas de encontrarse bajo los efectos de bebidas alcohólicas y sustancias estupefacientes. Por ello fue requerida para que se sometiese a las pruebas legalmente establecidas para detectar la tasa de alcohol consumido. No obstante, la procesada se negó rotundamente a realizar las citadas pruebas, por lo que fue imposible practicarlas.

Posteriormente, esta mujer fue trasladada a un centro hospitalario para ser atendida de las lesiones que se había ocasionado por la colisión. Ese momento se aprovechó para extraerle sangre que, tras su análisis, dio como resultado la presencia de cocaína en cantidad no determinada y alcohol en cantidad de 2,32 gramos por litro de sangre.

Las conclusiones provisionales detallan que durante la tramitación de las diligencias policiales y el traslado desde el hospital hasta las dependencias de la Guardia Civil, la acusada adoptó un comportamiento agresivo con los agentes, lanzando patadas en el interior del coche policial. Fue necesario entonces que uno de los agentes la controlara para evitar que ocasionara lesiones a los funcionarios.

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