Más que un congreso provincial lo que ayer vivió el PP de Cádiz en el flamante hotel Parador Atlántico de la capital gaditana fue algo así como unos ejercicios espirituales, como un encierro voluntario para levantarse entre todos la autoestima y para autoconvencerse de que el camino emprendido por el Gobierno de Rajoy es el correcto para conseguir sacar a España de la crisis. "Somos la única esperanza de los que sufren", "los gaditanos nos necesitan fuertes y no acomplejados", "la provincia de Cádiz necesita más que nunca al PP" o "la gente no quiere más confrontación sino medidas que saquen a este país de la recesión" fueron sólo algunos de los mensajes lanzados desde el estrado por los dirigentes que intervinieron en este cónclave de los populares gaditanos.

No gusta ni a los líderes, ni a la militancia del PP que se ponga en tela de juicio la democracia interna en este partido. Pero si en esta formación es cierto que existe debate, habrá que entender que se hace a puerta no sólo cerrada sino incluso blindada y mediante lenguaje de signos, para que no se escuche nada desde el exterior. Todo con tal de que no se visualice ni el menor atisbo de grieta interna. Y este principio que jalona el manual del PP volvió a aplicarse en el congreso de ayer, en el que el relevo de José Loaiza por Antonio Sanz en la presidencia del PP de Cádiz se hizo con un respaldo masivo del 98,6%, impensable en otras fuerzas políticas. Los datos fríos de la votación son demoledores: de los 596 votos emitidos en las urnas, uno fue declarado nulo, ocho fueron abstenciones y los restantes 587 dieron su voto favorable a la única candidatura presentada, la encabezada por Antonio Sanz y que tiene en sus puestos de privilegio a José Loaiza como vicepresidente provincial, a Antonio Saldaña como secretario general y a Ana Mestre como portavoz del partido.

Esta cuasi unanimidad no fue pasada por alto ni por el presidente saliente, José Loaiza, ni por su sucesor. El primero volvió a destacar que la unión es uno de los mejores activos del PP de Cádiz, y el segundo de ellos, en su primer discurso tras su tercera elección como presidente provincial del partido, comparó esta cohesión con las divisiones internas en el PSOE, afirmando al respecto que "mientras otros pierden el tiempo en peleas internas y en disputas por los sillones, nosotros sólo nos preocupamos por buscar salidas a la crisis económica".

Pero pese a sus referencias a la situación del PSOE, Antonio Sanz volvió a tender su mano al primer partido de la oposición para hacer un frente común que contribuya a paliar los déficits históricos de la provincia. Igualmente se ofreció para convertirse en el "presidente de todos los alcaldes gaditanos" y se comprometió públicamente ante los 600 compromisarios del PP que acudieron al congreso a "dejarme la piel por esta provincia" porque "no hay reto más apasionante que acelerar la salida de Cádiz de la crisis", apostilló.

Al igual que el resto de intervinientes, Sanz no escondió que la provincia, como el resto del país, está atravesando "unos tiempos muy difíciles" pero pese a ello se empeñó en lanzar un mensaje de optimismo a la militancia del PP gaditano. "Hay que tener confianza porque las medidas que se han puesto en marcha darán resultados muy pronto. Crearemos empleo y saldremos de la crisis porque tenemos al mejor presidente del Gobierno de la historia que es Mariano Rajoy", sentenció, antes de volver a recordar que a mediados de los noventa el primer Gobierno de Aznar ya consiguió que España remontara el vuelo.

Tuvo tiempo Sanz de elogiar las gestiones del Gobierno para conseguir carga de trabajo para los astilleros y unos Presupuestos Generales del Estado "que son muy gaditanos", al mantener las inversiones para el segundo puente, la Alta Velocidad o la línea ferroviaria Algeciras-Bobadilla.