Una actuación policial en la que se le recrimina a un conductor  el exceso de velocidad por una calle de la localidad originó, poco después, un nuevo incidente ante el cuartel de la Guardia Civil de Barbate. No obstante, en esta ocasión las puertas del citado cuartel estaban cerradas y todo quedó en un incidente sin importancia, en el que no hubo ni daños materiales  ni personales.

La historia, según fuentes de la propia Guardia Civil, se inició cuando varios agentes dan el alto al conductor de un vehículo por exceso de velocidad para identificarlo. En ese instante, un agente le indica que estacione bien el vehículo, en el que viajaban otras cuatro personas, y es entonces cuando el conductor casi atropella al Guardia Civil, produciéndose “un pequeño forcejeo”. 

Sin embargo, no se lleva a cabo ninguna detención, aunque sí se procede a la identificación para instruir las correspondientes diligencias. 

Poco después de este incidente, familiares del conductor del citado vehículo, que al parecer son conocidos por parte de la Guardia Civil por otros hechos anteriores,  se presentaron ante el cuartel de Barbate donde se dedicaron a proferir insultos y a increpar a las Fuerzas de Seguridad.

En esta ocasión el incidente no fue a más y según aseguraron fuentes de la Guardia Civil no hubo que lamentar “ni daños materiales ni personales”.