Navantia celebró esta mañana en Puerto Real la ceremonia de amadrinamiento y entrega al Grupo Ibaizábal del Monte Ulía, el cuarto de los petroleros Suezmax contratados en 2015. Lo hizo con mensajes positivos sobre el futuro de "la nueva Navantia", cuya presidenta, Susana de Sarriá, anunció que Puerto Real generará más de 3.000 empleos en los próximos años con tres contratos eólicos, con reparaciones de cruceros y con el programa de corbetas de Arabia Saudí.

El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, presidió un acto al que también acudieron el presidente del Grupo Ibaizábal, Alejandro Aznar, el presidente de Trading & Shipping de Total, Thomas Waymel, y el consejero de Indusrria de la Junta de Andalucía, Juan Bravo.

El Monte Ulía fue amadrinado por la vicepresidenta de la División de Crudo de Total, Emmanuelle Dusausoy, quien rompió contra el casco del petrolero dos botellas: una de Sangre y Trabajadero y otra de Marqués de Riscal.

José Luis Ábalos se mostró "admirado" ante la grandeza del Monte Ulía y la ingente labor que ha supuesto su construcción. "Detrás de este petrolero", dijo, "hay miles y miles de horas de trabajo que han inyectado optimismo al sector".

En esa línea, Susana de Sarriá afirmó que la Bahía de Cádiz será "una pieza clave" en el plan estratégico de Navantia y destacó que la nueva Navantia que diseña ese plan es "una apuesta firme por la calidad, por la prosperidad y por el empleo".