Narcoperiodismo

¿Quieren saber lo que es la libertad de expresión? Dejen que se lo cuente José Martínez Mendoza, uno de los principales periodistas de investigación mexicanos, autor de la sobrecogedora Indagación de Carlos Hank González: "Aquel periodista de Chihuahua recibió una llamada a su cellular. Se identificó gente del cartel de Juárez y le dijeron eh, licenciado, sea usted bueno, no nos trate tan mal. En la segunda llamada el comunicante no fue tan amable: 'Cabrón, bájate ya de los huevos'. A la tercera llamada, se produjo el anuncio: 'Pendejo, te pasaste de listo. Te vas a morir". Eso es la libertad de expresión en México. Martínez Mendoza, acompañado de la doctora en Derecho Perla Gómez, dibujan un país en guerra donde han muerto en los últimos cinco años 22.000 personas -en el momento que usted lea estas líneas ya serán algunas más-. Los periodistas no tienen de qué lamentarse, 'sólo' han muerto 60 después de recibir la llamada y escuchar la palabra 'pendejo'.

Libertad de expresión... en España es una bonita frase. Aquí, Martínez Gómez, por lo que ha visto, "el periodista protagónico busca acercarse al poder político para destacar, que su nombre se vea bien grande y tener influencia". El periodista sensato en México no quiere ser 'protagónico', pero quiere ser periodista porque si es un insensato y es 'protagónico' acabará como el Gato Félix, un célebre reportero de la frontera al que mataron con una escopeta para cazar osos. Del Gato Félix no quedó ni la pulpa. Por eso, el periodista entrega su informe a un reportero extranjero, que lo publica en su medio con su nombre y la noticia regresa a México con el nombre de un desconocido. "En México, el ego mata", aclara Martínez.

La Fundación por la Libertad de Expresión, explica Perla Gómez, trabaja en un proyecto de una casa de refugio para periodistas amenazados, un lugar donde ocultarse antes de buscar una beca para cualquier lugar del mundo porque en México se han vuelto locos. "Los narcocorridos invaden las emisoras, las televisiones te enseñan películas de 'narcos', los periódicos ponen en primera plana la agenda de muerte de los clanes y fotos de los decapitados".

¿Se ha perdido la esperanza en México? Sí. Lo reconoce José Martínez, que investigó durante años como reportero de la primera revista del país, Zeta, la historia del clan policial de los Quijano, ejecutados por un clan policial rival, adscrito a otros 'narcos'. La venganza acaba en Texas, donde es asesinado por el único superviviente de los Quijano el que está considerado uno de los polis más sanguinarios de todo México. Renunció al libro que iba a escribir porque ya había recibido la llamada en la que escuchó la palabra 'pendejo'.