Heridos en Jerez un anciano y su cuidadora al ser tiroteados con una escopeta de plomillos

Paseaban por la barriada de La Liberación cuando el hombre sintió un "picotazo" · Las sospechas apuntan a un menor

E.p. / Jerez

27 de enero 2012 - 05:01

Un anciano de 86 años de edad, identificado como Juan A.T., resultó herido en Jerez después de recibir tres impactos de plomillo mientras paseaba con su cuidadora, que también se vio alcanzada por un cuarto disparo, cuando transitaban por la barriada de La Liberación, el pasado miércoles por la mañana.

Según indicó la hija del anciano, los hechos se produjeron poco antes de las 11:00 horas cuando su progenitor, que padece demencia senil, se quejó "al notarse un picotazo en el brazo" y en ese instante se dio cuenta de que "tenía mucha sangre en la frente".

Asimismo, la mujer explicó que fue un vecino y amigo del herido quien dio el aviso a la Policía Nacional, que se presentó con cuatro unidades en el lugar de los hechos al pensarse en un primer momento que los disparos pudieran proceder de un arma de fuego.

El dispositivo policial causó un gran revuelo en la barriada. Los sanitarios de una ambulancia desplazada hasta la zona asistieron a la víctima, que sufrió un "corte profundo" en la frente y "rosetones" tanto en la espalda como en un brazo.

Según indicaron vecinos de la zona y la hija del anciano, las sospechas se centran en un menor de la barriada, al que hace poco vieron en la azotea de su casa pegándole tiros a los pájaros con una escopeta de plomo.

También dijeron residentes en esta barriada que hace unos quince días aproximadamente otra vecina también se sintió un "picotazo".

El familiar del anciano , que el mismo día de los hechos interpuso una denuncia ante la Comisaría, lamentó que su padre y la cuidadora de éste "fueran el blanco" de la persona que supuestamente disparó con una escopeta. "Porque un tiro se puede escapar, pero no cuatro", denunció.

Los mismos agentes que se desplazaron hasta la zona nada más ser alertados de lo ocurrido confirmaron que las heridas de su padre respondían a "impactos de plomo".

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