No pasaba desde hacía 26 años, pero al fin ocurrió. Lo que no pudo el azar lo logró la tecnología: el Gordo de Navidad volvió ayer a Cádiz, aunque sólo con tres pellizcos, tres décimos del 76.058, todos comprados mediante terminales electrónicos en Barbate, Chiclana y Algeciras.En total, no mucho, 1.200.000 euros, pero todo un acontecimiento si tenemos en cuenta la historia reciente.

Así, la ‘Diosa Fortuna’ quiso acordarse de Barbate, una de las localidades que más cerca vive la presente crisis económica, y los efectos de la parada de su flota pesquera que confía en volver al caladero de Marruecos por sus preciados boquerones. Ayer la alegría se repartió en dos puntos de la ciudad, el ‘Gordo’ se vendió en la administración 21.495 de la avenida Atlántico, regentada por Manuel Malia y también en la imprenta de Juan Gómez y Juana Mari Tineo de la calle Pío XII, frente a la Iglesia de San José, aunque la relación oficial de Loterías solo hacía referencia al primer caso.

Cristóbal Junquera, un marinero jubilado con 65 años, y del que cuida su hermano Mario, fueron los únicos beneficiarios del número 76.058 expedido en la administración situada en la avenida Atlántico, donde comenzaron las felicitaciones a su gerente, Manuel Malia nada más conocerse que había premiado con 400.000 euros a sus vecinos.

A los pocos minutos apareció la esposa de Mario dando saltos de alegría, besando y siendo besada por todo el que se acercaba a este comercio, que además de la lotería, hace fotocopias y vende productos de alimentación. No tardó en llegar su hijo y algo más tarde llegó Cristóbal.

A pie de calle, brindando con  cava, y con una fotocopia del recibo expedido por la máquina entre las manos Cristóbal sonreía a las cámaras de televisión y reporteros gráficos que se desplazaron al lugar. Allí contó que había estado en Lanzarote de vacaciones con el Inserso, y escuchó a su gente decir que el 58 iba a ser el premio gordo. Cuando llegó a Barbate le dijo a su hermano que bajase a comprar esa terminación, “y tocó”, dijo ayer rodeado de vecinos que se alegran por él y por la propia población de la que en pocas ocasiones se habla de acontecimientos positivos.

En la papelería Juan, en la calle Pío XII, donde seguían al cierre de esta información sin conocer cuántos décimos habían vendido, como expuso su gerente Juana Mari Tineo.

CHICLANA

La suerte se dejó caer por Chiclana con la venta de un décimo del primer premio del sorteo extraordinario de Navidad. En concreto, el boleto se vendió en la administración de loterias ubicada dentro del hipermercado Eroski, regentada por la familia Fedriani.

El agraciado, cuya identidad se desconocía ayer, recibirá 400.000 euros tras adquirir el número 76.058 a través de la terminal electrónica del establecimiento. Antonio Fedriani Cordones escuchaba la noticia por la televisión mientras atendía en su local del hipermercado chiclanero. No se lo creía, pero sus dudas se disiparon cuando fue telefoneado por el agente de la Administración de Loterías de Cádiz, quien le confirmó que había vendido un décimo del primer premio. Antonio se mostraba sorprendido por el aluvión de periodistas interesados en conocer algo sobre la identidad de la persona que había comprado el número, un dato que no ha trascendido. 

No obstante, todo apuntaba ayer a que el agraciado reside en una de las viviendas de los alrededores del hipermercado Eroski; es decir en el Pinar de los Franceses o El Marquesado. “Seguramente sea de por aquí cerca”, decía Antonio Fedriani. Su padre, quien regentaba la administración hasta su reciente jubilación, también respaldaba esta opinión, si bien no se descartaba ninguna otra posibilidad porque los rumores sobre el nombre del poseedor del décimo corrieron por toda Chiclana. Mientra tanto, la fiesta se celebraba en la administración de loterías donde se descorchó una botella de champán de la que bebieron empleadas del Eroski, dependientas de negocios cercanos y curiosos que se acercaron al local. En este ambiente, los cuchicheos se disparaban y situaban al premiado en la chiclanera barriada de Santa Ana, en la carretera de Medina o incluso en Cádiz. 

ALGECIRAS

La maquinita, la gran protagonista de la dispersión del Gordo, también tuvo su papel en la ciudad de Algeciras donde dejó otros 400.000 euros con un solo décimo del 76.058 expedido en la administración número 11 de la calle Ruiz Zorilla, en El Secano. 

La ciudad campogibraltareña rompió ayer el maleficio que le ha hecho esquivar el gran premio desde 1831, hasta ahora la única vez en la que la fortuna se alineó con la comarca en el sorteo de Navidad (con el 01.940).  El ambiente en el despacho de ventas era el típico que hasta ahora los campogibraltareños sólo habían visto por la televisión. José Núñez, titular de la administración, y su hija Teresa no podían ocultar los nervios y su alegría. Y también su expectación por si aparecía el afortunado titular del papelito anaranjado al que, explicaron, no podían poner dueño precisamente por lo difícil de vincular un número de apuesta automática. “No sabemos si alguien llegó y lo pidió completo, la terminación o simplemente fue la máquina la encargada de elegirlo. Pero estamos muy contentos aunque nos hubiera gustado dar más premio”, señalaron. De hecho, en un primer momento las agencias de información atribuyeron a Algeciras 4 millones de euros, pero se quedó en una décima parte y en un teletipo de corrección.

Poco parecía importar en la transitada avenida y en el despacho, ubicado frente a una oficina de Correos y donde el trasiego de curiosos fue la tónica de la mañana.