El secretario provincial del PSOE, Francisco González Cabaña, renunciará a su acta como diputado provincial en el pleno ordinario que se celebrará el próximo día 21 de este mes. Cuando esta renuncia se concrete, Cabaña pondrá fin a una dilatada trayectoria como miembro de la Diputación de Cádiz que se extenderá a casi 17 años: ocho como vicepresidente bajo los mandatos de Rafael Román (1995-2003), otros ocho como presidente (2003-2011) y diez meses más como portavoz del Grupo Socialista en la oposición, tras la llegada de José Loaiza (PP) a la Presidencia a mediados de julio del año pasado.

El propio dirigente socialista confirmaba ayer que su intención es formalizar su renuncia en el transcurso del pleno del próximo día 21 para así poder centrarse de lleno en sus responsabilidades como diputado nacional. Al mismo tiempo, tendrá más tiempo para ir preparando su relevo como secretario general del PSOE de Cádiz, previsto inicialmente para dentro de dos meses.

Cabaña ya había anunciado que dejaría su acta de diputado provincial una vez que se celebraran las elecciones generales del pasado noviembre, aunque finalmente aplazó su marcha hasta que concluyera el proceso electoral de las andaluzas de marzo. Y aunque hace escasas fechas había anunciado que mantendría esta responsabilidad mientras fuera secretario provincial del PSOE -es decir, hasta el congreso extraordinario de julio-, finalmente ha rectificado y ha optado por poner ya el punto y final a esta etapa de su vida política.

El 10 de noviembre ya renunció a la Alcaldía de Benalup-Casas Viejas para poder concurrir a las generales en la candidatura del PSOE de Cádiz. Su puesto en la Alcaldía fue asumido por Amalia Romero, mientras que él se mantiene como primer teniente de alcaldesa y delegado municipal de Urbanismo, Seguridad Ciudadana y Protección Civil.

El puesto de González Cabaña en el Grupo Socialista de la Diputación será ocupado, presumiblemente a lo largo del próximo mes de junio, por Javier Pizarro, concejal en Alcalá de los Gazules e hijo del histórico dirigente socialista Luis Pizarro.

Más complicada parece la resolución de la otra vacante que dejará Cabaña en la Corporación provincial, la de la portavocía del Grupo Socialista. El propio Cabaña eludió ayer mostrar sus preferencias al respecto, limitándose a señalar que serán la ejecutiva provincial del PSOE y los propios miembros del Grupo Socialista los que tendrán que consensuar la identidad de la persona que pasará a ser el referente de este partido político en la Diputación.

La designación del nuevo portavoz está a expensas de conocer si hay un acercamiento entre la direcciones regional y provincial del PSOE o si se mantiene el distanciamiento que reina entre ambos órganos del partido desde hace ya más de tres años.

Si estas diferencias no logran ser limadas, no habría que descartar que la portavocía recayera en Federico Pérez Peralta, vicesecretario provincial del PSOE y hombre de total confianza de Cabaña. Ello visualizaría que el sector socialista de Cádiz crítico a Griñán estaría preparando el enfrentamiento con la dirección andaluza del partido de cara al congreso provincial de julio en el que debe elegirse al relevo de Cabaña al frente del PSOE gaditano.

Pero si Griñán logra un acercamiento con la dirección provincial, esta portavocía del Grupo Socialista en la Diputación podría recaer tanto en la alcaldesa de Sanlúcar, Irene García, como en el portavoz del PSOE en San Fernando, Fernando López Gil. La primera se mantiene como la primera opción de los griñanistas para ser la nueva secretaria provincial del partido, mientras que el segundo suena para ser el nuevo delegado del Gobierno andaluz en Cádiz, aunque la última palabra la tendrá Griñán.